La reciente publicación del texto de Hazrat Inayat Khan sobre perdonar las “ofensas” de otros provocó una pregunta interesante sobre el perdón y el olvido; y por lo tanto, ofrecemos el siguiente texto de Gathas II para desarrollar más el tema.

El entrenamiento del ego: Perdón

Para aprender a perdonar, el ser humano primero debe aprender la tolerancia, y hay personas a quienes el hombre no puede perdonar. No es que no deba perdonar, pero es difícil y más allá de su poder el perdonar; y en ese caso lo primero que puede hacer es olvidar. El primer paso hacia el perdón es olvidar.

Es cierto que cuanto más fina es la persona, más está sujeta a ser lastimada por la más mínima perturbación que puede producir irritación y desarmonía en la atmósfera. Alguien que da y recibe daños es capaz de vivir una vida fácil y cómoda en el mundo. La vida es difícil para la persona buena, porque no puede devolver lo que recibe en forma de dolor, y puede sentirlo más que la persona promedio.

Muchos buscan protección contra todas las influencias dañinas, construyendo un muro a su alrededor, pero el dosel sobre la tierra es tan alto que no se puede construir un muro lo suficientemente alto; y lo único que uno puede hacer es vivir en medio de todas las influencias inarmónicas fortaleciendo el pode de voluntad de uno y soportando todas las cosas, y sin embargo manteniendo la fineza de carácter y la nobleza de las maneras, junto con un corazón siempre vivo. Enfriarse con la frialdad del mundo es debilidad así como quebrantarse por la dureza del mundo es también debilidad; pero vivir en el mundo y, sin embargo, mantenerse por encima del mundo es como caminar sobre el agua.

Hay dos deberes esenciales para el hombre de sabiduría y amor que son: mantener el amor en nuestra naturaleza, siempre incrementándolo y expandiéndolo; y fortalecer la voluntad para que el corazón no se quiebre fácilmente. El equilibrio es ideal en la vida. El ser humano debe ser fino y a la vez fuerte, debe ser amoroso y a la vez poderoso.

Traducido por Prajnabai Mariana Betancur.