He aquí otro pasaje de las enseñanzas de Hazrat Inayat Khan sobre la renunciación. Para publicaciones anteriores sobre este tema, por favor revise aquí y aquí.
Codicia y Generosidad
Cuando una persona tiene en miras un objeto que quiere conseguir, es más pequeña que el objeto; pero cuando una persona ha conseguido el objeto, es más grande que el objeto. Y mientras retenga el objeto que ha conseguido, entonces su fuerza se reduce, y el valor del objeto aumenta; pero cuando renuncia al objeto que alguna vez consiguió, se eleva por encima del objeto; da un nuevo paso en la vida, y un paso más alto.
Así como con cado paso que se da al subir una montaña uno llega más y más alto, así también en la vida uno avanza con todo tipo de logro, sea espiritual o material. Por ejemplo, cuando una persona desea tener cien libras esterlinas, es más pequeña que las cien libras; cuando las ha ganado, es más grande que la suma que ha ganado. Pero cuando las retiene, su percepción del valor de las cien libras aumenta más y más, y puede aumentar hasta el de un millón de libras; y ella misma se vuelve más y más pequeña en su estimación, como si no fuera capaz de volver a ganar esas cien libras nunca más. Pero cuando un hombre ha ganado cien libras y las ha gastado, se ha elevado por encima de ellas; su próximo ideal serán mil libras.
Así es con cualquier aspecto de la vida. La moral debe recordase, que debemos conseguir lo que valoramos, pero una vez logrado, en lugar de ser aplastados por ello, debemos libremente elevarnos por encima y dar el siguiente paso en la vida. Aquellos que han progresado en la vida lo han logrado con esta perspectiva; y aquellos que se estancan en la vida son quienes se aferran a lo que han logrado, sin estar nunca inclinados a renunciar; y de esta forma encuentran el fracaso. Por eso, la codicia, por más rentable que parezca, al final es debilidad, y la generosidad, aunque a veces parezca infructuosa, en realidad es fortaleza.
Traducido por Darafshan Daniela Anda