Hazrat Inayat : Life After Death pt III (Spanish version)

Hazrat Inayat: La Vida Después de la Muerte, parte III 

Hazrat Inayat Khan sigue desvelando los misterios de la vida después de la muerte, estableciendo algunos paralelismos esclarecedores entre el más allá y el estado de sueño. La publicación anterior de la serie se encuentra aquí

¿Qué pensamiento debería albergar la mente en el momento de la muerte? El pensamiento debe ser, de acuerdo con la evolución de la persona, o bien en Dios o en el objeto de su devoción, o bien en un entorno agradable y en todo aquello que le guste y haya idealizado. Si es una persona terrenal, el pensamiento de un entorno agradable será un cielo para él. Si está en un estado de devoción, se unirá con el objeto de su devoción. Si es piadoso, el pensamiento de Dios será el adecuado para él. “Ciertamente, la muerte es el puente que une a un amigo con otro”, se encuentra en los dichos de Mahoma. 

Aquellos de los que se dice que están en la presencia de Dios, son los que mantienen la visión de su Amado divino al que han idealizado toda su vida, y se regocijan durante mucho, mucho tiempo en la presencia de su Uno idealizado. 

Durante nuestra vida en la tierra somos conscientes de tres condiciones: la del cuerpo, la de la mente y la del alma. Después de la muerte física sólo somos conscientes de dos. En el plano físico, si viene un ladrón, no estamos tan asustados. Miramos a nuestro alrededor para encontrar algo con que atacarlo. Pero en un sueño estamos asustados, porque no tenemos nada con qué atacarlo. Aquí la voluntad es mucho más fuerte. Allá la imaginación es más fuerte, y la voluntad menos. En la vida física tenemos cambios de una experiencia a otra. Si en la noche estamos asustados, en la mañana decimos: “Tuve una pesadilla”, o “en mi sueño estaba triste”, pero no significa nada. Sin embargo, ahí no tenemos ningún cambio. 

Por lo tanto, es aquí donde debemos despertar a lo que es el objetivo de nuestra vida. Allá no podemos mejorar tanto como aquí. Por eso siempre ha habido algunos, los elegidos de Dios, que han dicho: “¡Despierta, despierta, mientras hay tiempo!”.  

Hay algunos que en un sueño pueden hacer lo que desean. Pueden hacer que ocurra lo que quieren y al día siguiente ven ocurrir lo que vieron en la noche. Estos son casos excepcionales. Como han dominado su voluntad aquí, pueden hacer que todo vaya de acuerdo con su voluntad incluso en el plano superior. Cuando una persona se alegra tanto de que otro coma un buen plato como de que él mismo lo coma, de que otro vista ropas bonitas como de que él mismo las vista, entonces se eleva por encima de la humanidad. Estos son los santos y los sabios, y su más allá está en sus manos, porque son felices tanto en la ganancia como en la pérdida. 

La mente de los profetas y murshids no puede compararse con otras mentes. La suya es una mente maestra, y pueden conservarla mucho más tiempo. Como han vivido sólo para los demás, después de la muerte siguen viviendo para los demás. Sólo han pensado en lo que es eterno. Otros han pensado en las cosas que desaparecen, y así, con el tiempo, su mente desaparece. 

El sufismo se aprende principalmente para que una persona pueda saber lo que le sucederá después de la muerte, en ese ser que es nuestro verdadero ser, aunque normalmente se nos oculta. 

Continuará… 

Traducción: Abdel Kabir Mauricio Navarro J. 

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