Hazrat Inayat : Man, the Seed of God pt III (Spanish version)

Hazrat Inayat: El Hombre, la Semilla de Dios, parte III 

Hazrat Inayat Khan continúa con su explicación de que el alma, en su pureza, no es otra cosa que la semilla de la Divinidad, y que, si bien algunas características adquiridas pueden ser transmitidas, el viaje del alma es único. La publicación anterior está aquí. 

El lanzamiento del alma desde la conciencia puede simbolizarse como el de una flecha. La flecha lanzada al aire se eleva hasta donde la voluntad y el poder del arquero la han destinado, y cuando alcanza su máxima altura comienza su viaje de regreso. La muerte del ser físico es el retorno de esa flecha. Por supuesto, en su regreso puede ser detenida en su camino, como la flecha es a veces atrapada en las ramas de un árbol, pero regresa un día u otro a la tierra, su propio elemento. No vuelve a subir desde allí de ninguna manera. Lo mismo sucede con el alma humana, que, después de terminar su curso en la tierra, vuelve a su origen, atraída por su poder de atracción. 

Cuando observamos el mundo vemos que todo hace un círculo. La planta crece desde la semilla hasta su estado desarrollado y vuelve al polvo. El hombre crece de la infancia a la juventud, a la madurez y luego a la vejez. Esto, se dice, es un argumento para nuestro paso por muchas vidas. Pero no es el círculo el que viaja sino el punto que, viajando, forma el círculo y vuelve al lugar del que partió. Es la conciencia la que realiza el viaje y no el alma individual. 

Las gotas de agua de una fuente suben, unas más alto, otras más bajo, algunas recorren un camino muy pequeño, otras suben muy alto. Cuando cada gota cae, se hunde en el arroyo, fluyendo con él, y no vuelve a subir, aunque el agua del mismo arroyo sube y baja de nuevo en gotas, lo que nos demuestra el hecho de que es el agua la que sube y baja continuamente, no la gota; sin embargo, aparentemente sube y baja como gotas, aunque la porción de agua en cada gota es diferente 

Un argumento que los reencarnacionistas esgrimen en apoyo de su doctrina es que a veces se encuentran genios o dones inusuales en un niño que no parece haberlos heredado de sus ancestros y que no puede haberlos adquirido de su entorno. A veces, en los barrios pobres, nace un niño que tiene un gran genio poético que no se puede atribuir a su padre o a su madre, ni a sus antepasados; o muestra un gran don musical que no se encontró en su padre o en su abuelo o en sus ancestros. 

El alma antes de venir a la faz de la tierra, en su camino hacia la manifestación, durante un tiempo muy, muy largo, recoge las impresiones de aquellas almas que encuentra en su camino, y toma sus atributos. De este modo, los atributos de las almas pasadas vuelven a manifestarse. Un alma puede recibir las impresiones de un alma, de algunas almas o de muchas almas. 

El alma en su camino hacia la manifestación puede encontrarse con el alma de un genio de la poesía o de la música y llevarse consigo estas impresiones. Cuando alguna persona muy grande o muy buena o filantrópica ha muerto, encontrarás que poco después nacerá un niño con cualidades similares para equilibrar el mundo. Un niño puede nacer con las cualidades de Alejandro Magno. Esto se debe a que la nueva alma que sale hacia la manifestación se ha encontrado con el alma de Alejandro y se ha impresionado con todas sus cualidades o parte de ellas. Tal persona puede afirmar: “Soy la reencarnación de Alejandro”. Pero el alma de Alejandro no regresa. Si lo hiciera, cada alma que ha dejado esta vida sabría de sus vidas anteriores. 

Continuará… 

Traducción: Abdel Kabir Mauricio Navarro J. 

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