Hazrat Inayat: El objetivo del hombre en la vida pt II 

Esta publicación concluye la breve conferencia de Hazrat Inayat Khan sobre el papel del deseo en nuestro viaje hacia la meta. La primera entrega está aquí. 

Toda la creación es el resultado del deseo. El propósito de la creación, por lo tanto, debe ser el cumplimiento de este deseo. Así, tu primer paso hacia la realización o el logro ya sea espiritual o mundano, será también proceder con propósito hacia la meta que deseas. 

Tal vez pienses: “Pero si sigo persiguiendo mis deseos materiales, tal vez nunca alcance la meta espiritual y nunca vaya más allá de mis deseos”. La respuesta a esto es que si dejas que el deseo no se cumpla y careces de la paciencia necesaria para lograrlo, tu progreso se detendrá. Este fracaso te alejará del progreso espiritual. Cuando hayas cumplido un deseo, tendrás ese algo necesario para el cumplimiento de algo mayor. Cada deseo que realizas es un paso más hacia la meta final que toda alma debe alcanzar. 

Por lo tanto, el camino a seguir es éste, incluso para alcanzar la perfección espiritual. Aquellos que renuncian a sus deseos por Dios, por la perfección espiritual, entierran sus propios deseos en su corazón. Es más que renunciar; es matarlos y enterrarlos; pero están ahí de todos modos. Están enterrados en el corazón, y allí producirán toda clase de gérmenes y gusanos, y se pudrirán. Sólo habrá dolor y nada más, por lo que la realización espiritual no puede alcanzarse de esta manera. 

Los pasos que das hacia la meta cumpliendo tus deseos, tu paciencia al hacerlo, tu perseverancia con ello, eso es lo que te enseña. Se puede comparar con jugar a las muñecas. La niña que juega con una muñeca está aprendiendo a ser madre, a ser amable con los niños, a acostarlos, despertarlos y vestirlos. Cuando una niña haya aprendido esto, más tarde será una buena madre; esto significa que cumplirá su deseo. 

El hombre que se ha hecho rico o poderoso, por muy material que sea, ha conseguido algo; algo ha logrado; la mente adquiere fuerza y confianza. Entonces puede dar el siguiente paso, que es el paso espiritual. 

Una persona se ha preparado para la renuncia cuando se ha elevado por encima del objeto que demanda. Sólo tiene derecho a decir que no quiere el dulce cuando ha comido tanto que no puede comer más. Si todavía lo anhela, puede decir “No”, pero será sólo una formalidad; tal vez no sería de buena etiqueta decir “Sí”, pero lo anhela igualmente. 

Así que tienes que elevarte por encima de todo aquello a lo que renuncias. No has renunciado realmente hasta que no lo has hecho. Seguirás buscando mientras sientas deseo por algo. 

Traducido al español por Inam Anda