Hazrat Inayat: Mensaje y Mensajero pt I
Con esta publicación comenzamos la extensa serie de enseñanzas en un tema que es central en el sufismo de Hazrat Inayat Khan, el Mensaje divino y el Mensajero que lo trae. El Maestro comienza por demostrar que, como la lluvia es el resultado de un ciclo físico, así el mensaje es un aspecto de un ciclo metafísico, descendiendo sobre el mundo cuando más lo necesita.
¿Qué es el Mensaje? ¿De dónde proviene? ¿Cómo lo reciben las almas que lo entregan? Estas son preguntas que con frecuencia aparecen en las mentes inquisitivas. Y la respuesta es que el mensaje es como la lluvia, que cae donde y cuando se la necesita. Pero ¿la lluvia viene de arriba? Parece que viene de arriba, pero primero se eleva desde abajo. Como los vapores primero se elevan desde el mar y se convierten en nubes, así cada aspecto del conocimiento ganado por todos los seres se eleva hacia arriba como el vapor, formando nubes como ideas, y cayendo nuevamente desde arriba como lluvia.
Hay muchos nombres para los mares, ríos y arroyos, pero todos ellos contienen agua. Y hay varios nombres para las religiones, pero todas ellas contienen la sabiduría entregada en diferentes momentos y de diferentes formas. Existen rayos y existen truenos, y la lluvia cae; y existen guerras y desastres antes de que llegue el mensaje. Las tormentas a menudo son advertencias de lo que vendrá después, y los diferentes tipos de batallas y revoluciones son a menudo advertencias antes de que llegue la paz.
A veces se pregunta por qué, si Dios lo compenetra todo, hay la necesidad de la manifestación especial del mensajero como Krishna, Buda o Jesús. La respuesta está en las palabras del Bhagavad Gita, donde Sri Krishna dice, “Cuando el Dharma es obstruido, yo nazco”. Esto significa que una manifestación que las personas reconocen como un salvador o mensajero siempre viene cuando surge la necesidad. En otras palabras, es necesario, es la necesidad del mundo la que hace que el Espíritu surja en su verdadera forma.
El escepticismo es el germen que causa deterioro en el corazón del árbol de la vida. Pero siempre cuando un árbol muere, otro florece; en nuestras propias vidas, y especialmente en momentos en que estamos hundidos en depresión o tristeza, vemos que alguna respuesta llega a la dificultad de la situación. Puede venir de un amigo, de un hermano o hermana, de los padres, de un ser querido; incluso uno puede obtener lo que necesita en ese momento, de su enemigo.
Pero ¿por qué un mensaje llega solo en momentos de dolor o luego de una gran tristeza? ¿Por qué no llega todos los días para guiarnos? Hay dos razones para esto. Una es que hay una guía constante desde arriba, pero el hombre, tan absorto en las actividades de su vida, no abre su corazón a escuchar ese mensaje y a observar de donde viene. Y la otra razón es que mientras es más profunda la tristeza, más alta surge la voz del corazón, hasta que alcanza el trono de Dios, y ese es el momento en que la respuesta llega.
Continuará…
Traducido por Inam Anda