Hazrat Inayat : My interest in Sufism pt. I (Spanish version)

Hazrat Inayat : Mi interés en el sufismo pt.  I 

Con esta publicación iniciamos una nota autobiográfica en la que Hazrat Inayat Khan cuenta cómo despierta su interés por el sufismo en su juventud. A la edad de dieciocho había dejado su casa en Baroda y comenzado un tour en India con el objetivo de crear una forma universal de música que restituya este arte a su sagrado lugar y propósito. Ganó grandes honores, incluida una amistad cercana con el Nizam de Hyderabad, pero a pesar de su éxito continuaba inquieto e insatisfecho. 

En Ajmer visité la tumba de Khwaja Muinuddin Chishti, el santo sufi más famoso de India. La atmósfera de su último lugar de descanso era en sí misma un fenómeno; una sensación de calma y paz la invadían, y entre toda esa multitud de peregrinos igual sentí como si yo era el único presente. Al caer la noche, fui a casa y recité tahajjud, la oración de media noche. *   

¡Y he aquí! Al final de mis oraciones me llegó una voz, como en respuesta a mi invocación. Era la voz de un faqir que llamaba a las personas a rezar antes del amanecer, y cantaba,  
¡Despierta, oh hombre, de tu sueño ligero! 
No sabéis que la muerte os observa a cada momento. 
No podéis imaginar cuan grande es la carga que habéis acumulado 
para cargar en vuestros hombros, 
y cuán largo todavía es el viaje que debéis completar. 
¡Arriba! ¡Arriba! ¡Ha pasado la noche y el sol pronto ascenderá! 

El silencio sobrenatural de aquella hora y la solemnidad de la canción me conmovió hasta las lágrimas. Sentado sobre mi alfombra con mi rosario en la mano, reflexioné que toda la habilidad y reputación que había logrado eran completamente inútiles en cuanto a mi najat o salvación. Me di cuenta de que el mundo no era ni un escenario montado para nuestra diversión, ni un bazar para satisfacer nuestra vanidad y hambre, sino una escuela en donde aprender una difícil lección. Entonces elegí un camino completamente diferente al que había seguido hasta entonces; en otras palabras, di la vuelta a una nueva página en mi vida. 

Amaneció y los pájaros comenzaron su himno de alabanza a Dios. Escuché a hombres y mujeres que pasaban por abajo, algunos iban a la mezquita, otros a los templos, y las masas en general al trabajo que rinde su pan de cada día. Entonces yo también salí y, envuelto en mi pensamiento, sin conocer mi destino, me abrí paso hacia la selva, con un anhelo interno de estar separado del mundo y dejar salir los pensamientos y emociones con los que mi mente estaba tan ocupada.  

*Tahajjud es una oración voluntaria, no una de las cinco oraciones obligatorias del Islam. 

Continuará… 

Traducido por Darafshan Daniela Anda 

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