Hazrat Inayat: Nobleza natural
Una flor prueba ser genuina por su esplendor,
una fruta prueba ser genuina por su dulzura,
un alma prueba ser genuina por su actitud.
Espiritualidad es la nobleza natural, y la revelación de la nobleza innata es espiritualidad, una herencia divina que está escondida en toda alma; y por la manifestación de esta herencia divina el alma muestra su origen divino.
Todo el empeño en el camino espiritual es para revelar esta nobleza. Pero no es necesario empeñarse en revelarla, viene por sí misma si se es consciente de esa herencia divina. Es esa consciencia la que libera la nobleza de espíritu.
En términos de los sufíes, esta nobleza se llama Akhlaq Allah, que significa “la manera de Dios”, una manera, una actitud que es distinta de cualquier otra conocida por el mundo. Es la actitud de la madre con su criatura, es la actitud del padre hacia su hijo, es la actitud del hombre hacia su amigo, es la actitud de la doncella con su amado, es la actitud del amo hacia su sirviente, es la actitud del niño hacia su madre, es la actitud del hijo hacia su padre, es la actitud del esclavo hacia su rey, y aun está sobre y más allá de todas las actitudes conocidas por la humanidad. Es humildad, es modestia, es alabanza, es honor, es gentileza, es gracia, es indiferencia, es independencia, una actitud inconcebible para la mentalidad humana, una actitud que no puede ser aprendida o enseñada, una actitud que brota de sí misma y llega como una divina floración.
Es en este modo de ser en donde está cumpliendo el propósito de la vida del hombre. Es la religión más elevada, la verdadera espiritualidad: aristocracia real y democracia perfecta. Todas las disputas y discrepancias, todos los malentendidos desaparecen en el momento en que el espíritu humano haya llegado a ser noble, porque este es el signo del espíritu noble que aprehende* todas las cosas, que asimila todas las cosas y por tanto las tolera, las perdona. ¿De qué sirve una religión, una filosofía o misticismo o como quiera que lo llames, si no produce en ti ese espíritu, esa inclinación que es divina? Y si esa inclinación, ese espíritu se presenta en todo, entonces se muestra como la manera divina.
Sin embargo ni en la gracia de un rey ni en la sumisión de un esclavo encontrarás esa dignidad y esa humildad que da la manera divina. ¿No es el hombre la semilla de Dios? ¿No es entonces el propósito de su vida suscitar el florecimiento divino? No es haciendo maravillas que el hombre demuestra su origen divino, tampoco al poseer poderes extraordinarios demuestra su origen divino. Si se observa el origen divino en algo, es en la democracia del ego humano. En el mundo vemos que hay aristocracia y que hay democracia. Pero en en la revelación espiritual estas dos se vuelven una, culminando en la verdadera perfección.
Una flor prueba ser genuina por su esplendor, una fruta prueba ser genuina por su dulzura, un alma prueba ser genuina por su actitud. Por tanto esto no es algo a ignorar; es algo a poner atención primordial. Aparte de todos los estudios y prácticas, silencios y meditaciones, este es el tema principal: manifestar a Dios en todo lo que hacemos, especialmente en la actitud que tenemos hacia los demás.
*Ndt: Según Linguee.es, una posible traducción de Comprehend es aprehender, que según el diccionario de la RAE se define como:” Fil.: Concebir las especies -imagen o idea de un objeto que se representa en el alma – de las cosas sin hacer juicio de ellas o sin afirmar ni negar”. En el contexto de la frase, aprehender parece la mejor opción.
Traducido al español por Inam Rodrigo Anda