Hazrat Inayat : Nature and Art (Spanish version)

Hazrat Inayat : Naturaleza y arte 

Hazrat Inayat Khan ofrece aquí una breve visión del arte, por lo cual se refiere a las artes pictóricas y quizás también a la escultura, en comparación con la obra de arte ilimitada que es la naturaleza. Estos conocimientos pueden ser útiles tanto para el artista como para el estudiante de la vida.  

La naturaleza es la perfección de cualquiera que sea la elección que el hombre haga, y esto en sí mismo es la prueba de que es una creación de un Creador que no ha creado a ciegas, pero con intención y elección, demostrando así Su perfecta sabiduría y habilidad. La naturaleza entonces es el arte de un Artista que ha hecho que sea a su elección. Mineral, vegetal, animal, incluso la creación humana, son todas de Él, pero en la creación humana cambia Su elección al experimentar la vida a través de una mente y un cuerpo humanos.  

Como el espíritu perfecto, Dios crea en la naturaleza todo lo que desea que se haga realidad, y no encuentra nada que haga falta, pues tiene la capacidad de crear lo que no existe. Pero cuando el rayo del mismo Espíritu trabaja a través del traje humano, en primer lugar, es incapaz de ver la naturaleza como un todo y disfrutar la perfección de su belleza. Y, sin embargo, siendo un rayo del Espíritu perfecto, y como por naturaleza busca la perfección, quiere crear lo que no encuentra, y es esto lo que conlleva a la necesidad de acción. 

La naturaleza, por tanto, es una acción de Dios, y el arte es la reacción del hombre. El arte se divide en dos clases; imitación (copiar), y producción (mejorar e improvisar). La primera ola de impulso artístico es imitar lo que se admira, y en esto hay dos tendencias que muestra el artista, copiar o mejorar. Hay un artista que es más capaz de copiar, otro de improvisar. La habilidad en estos dos aspectos es igualmente grande. Copiar la naturaleza completamente está más allá de la capacidad humana, y mientras mejor sea el artista en su arte, mejor podrá copiar la naturaleza. Para copiar la naturaleza, es necesario no solo la observación aguda sino también una visión más profunda del objeto que está al frente. 

La facultad de improvisar podría parecer de alguna forma mejor, ya que el artista trata de hacer la copia de la naturaleza mejor de lo que es; en realidad, la naturaleza no se puede mejorar; y el rayo del espíritu del Creador, que es el alma del artista, trata de perfeccionar la pieza de la naturaleza que es imperfecta cuando se la observa por separado de la naturaleza, demostrando así la acción de Dios y la reacción del hombre.  

Traducido por Darafshan Daniela Anda 

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