Hazrat Inayat: Pureza de vida pt I
Con esta entrega, Hazrat Inayat Khan comienza una disertación sobre un tema esencial para el buscador espiritual, diciéndonos que el logro de la pureza no es otra cosa que el propósito fundamental de la vida.
La pureza de vida es el tema central de todas las religiones que se han enseñado a la humanidad en todas las épocas. La pureza de vida ha sido su idea central, y sólo difieren en la forma de verla. Parece que la pureza de la vida no sólo ha surgido de la religión, sino que es el resultado de la naturaleza de la vida; se ve en todas las criaturas vivas de una u otra forma, por así decirlo, trabajando en su destino. Se ve esta tendencia en los animales, que buscan un lugar limpio para sentarse, y entre los pájaros, que van al lago o al río para bañarse y limpiar sus plumas. En la humanidad se ve la misma tendencia aún más pronunciada. Un hombre que no se ha elevado por encima de la vida material, muestra esta facultad en la limpieza física, pero detrás de ella hay algo más oculto, y lo que está oculto detrás es el secreto de toda la creación, o el propósito para el que el mundo entero fue hecho.
La Pureza es un proceso a través del cual se manifiesta el ritmo vital del espíritu. Ha trabajado por muchos siglos a través de los reinos mineral, vegetal, animal y humano, pasando y llegando, con toda su experiencia del camino, a esa comprensión en la que el espíritu se encuentra puro en esencia, en su condición pura y original. Todo el proceso de la creación y del desenvolvimiento espiritual muestra que el espíritu, que es la vida y que en la vida representa lo divino, se ha envuelto en innumerables pliegues, y así ha descendido, por así decirlo, del cielo a la tierra. Y el siguiente proceso es desenvolverse, y ese desenvolvimiento puede llamarse el proceso hacia la pureza.
La palabra sufí, que significa desenvolvimiento del espíritu hacia su condición original, deriva de la palabra árabe “safa” o “saf“, que significa literalmente puro, es decir, puro de distinciones y diferencias. ¿Qué significa exactamente “puro”? Por ejemplo, cuando una persona dice que es agua pura, significa que no está mezclada con azúcar o sal; es pura, es original. Por lo tanto, “una vida pura” es el término utilizado para expresar el esfuerzo por parte del hombre para mantener su ser espiritual puro o libre de todas las impresiones de la vida mundana. Es la búsqueda de nuestro propio ser original, el deseo de alcanzar este ser original, y los medios para llegar a él lo que, hablando con verdad, se llama una vida pura. Pero esto puede aplicarse con el mismo significado en cualquier parte de la vida del hombre. Si se utiliza en relación con el cuerpo, significa lo mismo: que lo que es extraño al cuerpo no debe estar allí. Esto es limpieza, la primera etapa de la pureza.
Y lo mismo ocurre con la mente. Cuando una persona dice “mente pura”, ¿qué significa? Significa que lo que es extraño a la mente no pertenece a ella, pero lo que es natural a la mente permanece. ¿Y qué es natural para la mente? Lo que uno ve y admira en el niño pequeño, la tendencia a la amabilidad, dispuesto a ver o admirar algo hermoso, en lugar de criticar, dispuesto a sonreír en respuesta al amor o la sonrisa de cualquiera, y a creer sin cuestionar. ¿De qué se trata? Un niño es un creyente natural, un amigo natural, que responde y cede, un admirador natural de la belleza, sin críticas, pasando por alto todo lo que no atrae, conociendo el amor, pero no el odio. Esto muestra el estado mental original, natural del hombre. Después de que la mente del hombre ha venido a este mundo, lo que se le añade es adicional. Puede parecer bueno por el momento, puede ser útil por el momento, pero aun así no es puro. Una persona puede ser llamada inteligente, una persona puede ser considerada culta, una persona puede ser llamada ingeniosa, pero con todos estos atributos no es pura.
Más allá y por encima de todo esto está el hombre del que se puede decir que es de mente pura. ¿Es entonces deseable que un niño no aprenda nunca nada que sea mundano, y que permanezca siempre como un niño? Es como preguntar: “¿Es deseable que el espíritu no venga nunca a la tierra, sino que permanezca siempre en el cielo?”. No. La verdadera exaltación del espíritu está en el hecho de que ha venido a la tierra y desde allí se ha elevado al estado espiritual y se ha dado cuenta de su perfección. Por eso, todo lo que el mundo da en forma de conocimiento, en forma de experiencia, en forma de razón, todo lo que la propia experiencia y la experiencia de los demás nos enseña, todo lo que aprendemos de la vida, de sus penas y decepciones, de sus alegrías y oportunidades, todas estas experiencias contradictorias nos ayudan a estar más llenos de amor y bondad. Si un hombre ha pasado por todo esto y ha mantenido su espíritu en alto, y no ha permitido que su espíritu se manche, es esa persona la que puede ser llamada de mente pura.
La persona que es considerada de mente pura, pero que no tiene experiencia del mundo y que no conoce el bien ni el mal, no tiene crédito; es un simplón. No es mejor que una roca. Una roca no sabe lo que es el mal. La grandeza del hombre es que atraviesa todo esto que le quita la pureza de la mente con la que nace, y se eleva a través de ello, sin ser empujado hacia abajo, sino manteniendo su pureza original, elevándose por encima de todo lo que lo arrastra hacia abajo y lo mantiene en la tierra. Es una especie de lucha a lo largo de la vida. Quien no tiene motivos para luchar, no conoce la vida. Tal vez sea una persona angelical, tal vez sea una persona piadosa, y eso podemos llamarlo por respeto; pero hablando claro, es un simplón.
Continuará…
Traducido por Inam Anda