Hazrat Inayat : Stages of Self-Realisation pt I (Spanish version)

Hazrat Inayat : Etapas de la autorrealización pt I 

En esta primera parte de una serie sobre el camino de la autorrealización, Hazrat Inayat Khan comienza eliminando algunos de los conceptos que podrían interponerse en nuestro camino hacia la meta. 

Vemos que en las palabras de los filósofos, los místicos, los sabios, los pensadores y los profetas, se da gran importancia a la autorrealización. Si tuviera que explicar qué es la autorrealización, diría que el primer paso para la autorrealización es la realización de Dios. El que realiza a Dios, al final se realiza a sí mismo, pero el que se realiza a sí mismo nunca realiza a Dios. Y esa es la dificultad hoy en día con aquellos que buscan la verdad espiritual intelectualmente. Leen muchos libros sobre ocultismo, esoterismo y misticismo, y lo que encuentran más enfatizado es la autorrealización. Entonces piensan que lo que tienen que hacer es alcanzar esa autorrealización y que pueden omitir a Dios. Pero en realidad Dios es la clave de la perfección espiritual. Dios es el peldaño de la autorrealización; Dios es el camino que se extiende sobre el conocimiento de toda la creación, y si se omite a Dios no se puede alcanzar nada. Hay un método erróneo en uso hoy en día en muchos de los llamados cultos, que a menudo resulta ser un fracaso, y que consiste en enseñar al principiante en el camino espiritual a decir: “Yo soy Dios”: una frase irreflexiva, una palabra insolente, un pensamiento que no tiene fundamento. No le lleva a ninguna parte, excepto a la ignorancia. Para los profetas y pensadores, para los sabios que enseñaron a sus seguidores el ideal de Dios, tenía un significado, un propósito. Pero hoy en día la gente no lo reconoce y, ansiosa por encontrar un atajo, omite lo principal para llegar a la realización del yo. 

Una vez un hombre fue donde un sabio chino y le dijo: ‘Quiero aprender las leyes ocultas. ¿Me las enseñas?’ El sabio dijo: ‘Has venido a pedirme que te enseñe algo, pero en China tenemos muchos misioneros que vienen a enseñarnos’. El hombre dijo: ‘Nosotros conocemos a Dios, pero he venido para preguntarte sobre las leyes ocultas’. El sabio dijo: “Si conoces a Dios, no necesitas saber nada más. Dios es todo lo que hay que conocer. Si lo conoces a Él, lo sabes todo’. 

En este mundo de comercialismo hay una tendencia, una tendencia inconsciente, incluso para una persona que quiere promover la verdad espiritual, de satisfacer el gusto de la gente. Ya sea por un instinto comercial, o con el deseo de tener un éxito, hay una tendencia a atender lo que la gente quiere. Si la gente parece estar cansada del ideal de Dios, los que tienen esa tendencia quieren darles ocultismo. Lo llaman así o misticismo, porque el ideal de Dios parece tan simple. Y como hay una moda en todo, también hay una moda en la creencia. El hombre piensa que el ideal de Dios es anticuado, algo del pasado. Para crear una nueva moda abandona el método que fue el camino real recorrido por todos los sabios y pensadores de todas las épocas, el método que seguramente llevará a los hombres a la perfección. La seguridad y el éxito son seguros en ese camino. 

Puede haber un hombre de devoción y de fe sencilla, religioso y creyente en Dios, que lo llama el Juez, el Creador, el Sustentador, el Protector, el Maestro del Último Día, el Señor, el Perdonador, etc. Y puede haber otro hombre, tal vez un intelectual que ha estudiado filosofía, y dice: ‘Dios es todo, y todo es Dios. Dios es abstracto y es lo abstracto lo que es Dios’. 

De hecho, uno tiene un Dios, aunque sólo sea en su imaginación, pero el otro no tiene ninguno. Sólo tiene lo abstracto. Lo llama Dios porque los otros dicen Dios, pero en su mente sólo tiene lo abstracto. Por ejemplo, cuando se dice “espacio”, no hay ninguna personalidad unida a él, ninguna inteligencia reconocida en él, ninguna forma, ninguna individualidad o personalidad distinta. Lo mismo ocurre con el tiempo. Cuando se habla del tiempo, no se imagina que el tiempo sea algo o alguien. Dices es el tiempo, lo cual significa una concepción, que has hecho para tu conveniencia. Un hombre que dice que lo abstracto es Dios, no tiene Dios. Con esto no quiero decir que uno u otro tenga razón. Lo que quiero explicar es que desde un punto de vista mental el uno tiene un Dios, aunque sólo sea un Dios de su imaginación, pero el otro no tiene ninguno, lo admita o no. Ambos tienen razón, y ambos están equivocados. Uno está en el principio, y el otro en el final. El que empieza por el final terminará al principio. Y el que empieza por el principio terminará al final. 

Continuará… 

 
Traducido al español por Arifa Margarita Rosa Jáuregui 

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