Hazrat Inayat: Filosofía Sufi pt I
Hazrat Inayat Khan dio la siguiente conferencia el 22 de marzo de 1926 en Los Ángeles. Debido a su longitud, se presentará por partes. Es interesante que Hazrat Inayat diera un discurso tan filosófico en una charla pública.
Amigos,
Hablaré esta tarde sobre el tema de la manifestación, la gravitación, la asimilación y la perfección. El título de este tema será: Filosofía Sufi.
Lo absoluto en su condición manifestada o inmanifestada es la inteligencia. Y son las diferentes manifestaciones de esta inteligencia las que pueden llamarse luz, vida y amor. Es la forma densa de la inteligencia que es la luz. Como el sol es la fuente de la luna, de los planetas, de las estrellas, del fuego, de la llama, del resplandor y de todos los aspectos de la luz, el espíritu supremo es la fuente de todos los aspectos de la manifestación. El sol es la centralización del resplandor que todo lo impregna. En otras palabras, el resplandor que todo lo impregna se ha reunido para centralizar en un solo lugar. Y eso se ha convertido en la fuente de la creación, toda la manifestación física. De modo que el espíritu omnisciente, al centralizarse en un lugar, se ha convertido en la fuente de toda manifestación visible e invisible. Es por lo tanto que, en todas las edades los sabios han adorado al sol como el símbolo de Dios, aunque el sol es el símbolo externo de Dios. Y un minucioso estudio de la formación del sol y de su influencia en todas las cosas de la vida nos ilumina para comprender el espíritu divino. El calor, la luz de gas, la luz eléctrica, el fuego de carbón, el fuego de leña, la vela encendida, la llama que se eleva de la lámpara de aceite, todas estas diferentes manifestaciones de luz tienen su origen en el sol. Es el sol el que se muestra en todas estas formas diferentes, aunque separamos el sol de todos los demás aspectos de la luz. De modo que es el espíritu supremo que se manifiesta en todas las formas, en todas las cosas y seres, y en los mundos visibles e invisibles. Y, sin embargo, permanece alejado, ya que el sol está alejado de todas las demás formas de luz. El Corán dice: “Dios es la luz de los cielos y de la tierra”. Y en realidad en todas las formas, por más densas que sean, hay ciertos grados de luminosidad, que pertenecen a ese espíritu que es todo luz. Todos los diferentes colores son los diferentes grados de esa luz.
El espíritu supremo, la fuente de todas las cosas, tiene dos aspectos, lo audible y lo visible. En el aspecto audible, el espíritu es “la palabra” como dice la Biblia, o el sonido que los hindúes dicen en su idioma con la palabra “naada”. En su aspecto visible, el espíritu supremo es la luz: en su aspecto más fino, la luz de la inteligencia; En su aspecto denso, el resplandor de todos los objetos. La manifestación de los fenómenos de la luz juega en tres direcciones. Ese es realmente el significado de la trinidad. Una dirección es la luz que ve, otra es la luz que se ve, y la otra es la luz que muestra todas las cosas. Hablando más sencillamente, los ojos que ven, el objeto que es visto, y la luz que permite que los ojos vean el objeto. Los tres son jugadas diferentes de una misma luz. Hay una sura del Corán donde dice: “He hecho tu luz y con tu luz creo el universo”. En otras palabras, el espíritu que todo lo impregna le dice al aspecto centralizador de sí mismo que “Te hice primero, y de ti he hecho todo el universo ”. En esto está la clave de toda la creación.
Y ahora hablaré de la manifestación. El proceso de manifestación es como la proyección de los rayos que emanan del sol. ¿Por qué el sol dispara sus rayos? Porque es su naturaleza. Y la misma respuesta que daré a la pregunta: “¿Por qué se manifiesta el espíritu supremo?” Porque es su naturaleza. Tan pronto como la luz que todo lo impregna se ha centralizado en un punto y se ha formado el sol, los rayos se comienzan a disparar. Y de la misma manera, en el momento en que la luz omnisciente se centralizó en un punto, comenzó a disparar sus rayos. Y estos innumerables rayos que salen disparados son las diversas almas, las almas de los buenos y los malos, que provienen de la misma fuente. A medida que estos rayos avanzan, el primer plano que encuentran se denomina plano angelical. El segundo plano que encuentran se llama el plano de los genios. El tercer plano que encuentran se llama el plano físico. Pero ahora hay una pregunta: “¿Han dejado estos rayos al espíritu supremo para llegar al plano angelical ¿Han abandonado el plano angelical para llegar al plano del genio? ¿Han abandonado el plano del genio para llegar al plano físico? “No, los han atravesado. Pero mientras pasaban, recibieron todo lo que había que recibir de allí, aprendieron todo lo que había que aprender allí, recogieron en su camino todo lo que había por ganar. Y todavía están en esos planos. No lo saben, pero son conscientes de ese plano en el que su luz ha abierto sus ojos. En otras palabras: estamos sentados en esta sala, vemos lo que está ante nuestros ojos, pero no vemos lo que está detrás de nuestra espalda. Para hablar más claramente, cada alma tiene a sus espaldas el plano angelical y el plano del genio. Pero ante sus ojos está este plano físico. Por lo tanto, solo es consciente del plano físico e inconsciente de los planos desde los cuales el alma ha volteado la mirada. Las almas que han abierto sus ojos completamente al plano angelical y se han interesado en ese plano han permanecido allí. Y son los habitantes de ese plano los que pueden llamarse ángeles. Las almas que no abrieron sus ojos completamente allí solo pasaron a través de él, y si se interesaron en el próximo plano, permanecieron allí. Y los antiguos los llamaban “jiin, genii o genios”. Las almas que avanzaron aún más lejos hacia la manifestación y han alcanzado el plano físico, el objetivo principal de su destino, y han abierto los ojos allí y se han interesado en el plano físico, son seres vivos allí, entre ellos los seres humanos, los completamente despiertos.
Una persona que ha dejado América para ir a Europa y que ha viajado de Europa a Oriente ha traído algo de América a Europa, y ha llevado algo de Europa a Oriente. Y así, cada alma que ha venido a la tierra ha traído consigo algo del plano angelical y algo del plano del genio. Y muestra en su vida en el plano físico lo que ha traído de estos dos planos de existencia. Inocencia, amor por la belleza, profunda simpatía, amor por la canción, tendencia a la soledad, amor por la armonía, todo esto pertenece al plano angelical. Genio inventivo, intelectualidad, razonamiento, ley, justicia, amor de la poesía, de la ciencia, todo esto pertenece al plano del genio. Es por ello que, de aquellos que muestran cualquiera de estas cualidades sin saberlo, decimos: “Aquí hay una persona angelical”, “Aquí hay un genio”.
Continuará…
Traducido al español por Arifa Margarita Rosa Jauregui