Hazrat Inayat: Condolencia, Antipatía
Hazrat Inayat Khan usó el término “simpatía” en el sentido muy amplio, de reconocer un sentimiento común con otro. “Antipatía” su opuesto, significa una fuerte aversión, que puede manifestarse en emociones como odio o disgusto.
P.: ¿Se puede desarrollar simpatía en una naturaleza en la que no existe?
R.: En algún lugar de nuestra naturaleza hay simpatía; o está enterrada o es como una plántula. La simpatía que está enterrada, debe ser excavada. La simpatía que es como una plántula, debe ser regada para que llegue a ser una planta. Para mí, si hay alguna verdad en cualquier lugar, se encuentra en aquello que se percibe como el resplandor, que es omnipresente, se encuentra en el alambre eléctrico. Cuan cierto es que sin hablar una sola palabra, sin haber hecho nada, tu simpatía habla en voz alta, tu antipatía habla en voz alta. Si hay alguna evidencia de verdad en cualquier lugar que se encuentre, se encuentra en la simpatía.
P .: ¿Es el odio fuerza o debilidad ?
R .: Debo decir que es, naturalmente, una debilidad.
P .: La antipatía puede aflorar en alguien en ciertos ambientes; en otros entornos, puede que no aflore. Por lo tanto, depende de las personas que lo rodean a uno?
R .: En todos los casos no puede llamarse sino debilidad. Porque es una falta de autocontrol. Es una falta de mayor entendimiento. Es falta de autodisciplina lo que permite que la antipatía se manifieste. Una persona que ha despertado en su alma, en él la antipatía no debe siquiera ser encontrada. No debe ser rastreada allí, porque la antipatía contra el amigo, conocido, extraño, incluso contra un enemigo, es contra uno mismo. Sí, si una persona dice: “Tengo una mayor simpatía con una persona y una menor simpatía con otra”, es como decir, “Tengo simpatía por mi mano derecha y antipatía por mi mano izquierda”. Además, si una persona que busca la verdad, que busca a Dios, no ve el arte del ser divino en Su creación, ¿cuál es su culto? ¿Cómo entiende a su Dios? Por muy espiritual y devota que parezca ser una persona, que dice: “No amo a los seres humanos, amo a Dios”, diré que su afirmación es una afirmación falsa. No puede amar a Dios si no ama Su creación. Es como el amante que dice a su amado: “Amado, oh amado, me gustas tanto, pero no me gusta mirarte la cara”.
Traducido al español por Arifa Margarita Rosa Jáuregui