Hazrat Inayat: Tact (Spanish version)

Hazrat Inayat: Tacto

El tacto es el hilo que conecta el Cielo y la tierra, haciéndoles uno. La delicadeza, por lo tanto, no se aprende con astucia mundana; las calificaciones terrenales no hacen a una persona realmente delicada. Puede imitar a alguien con tacto, pero la cortesía es diferente de la amabilidad.

¿De dónde proviene el tacto, la delicadeza? Proviene de lo más profundo del corazón humano, porque es el sentido que se desarrolla mediante la empatía. Una persona egoísta, por tanto, a la final no puede probar que es delicada. Ella posiblemente comenzará siendo gentil, pero terminará perdiendo ese espíritu, porque la falsa delicadeza no durará; es la verdadera y única delicadeza la que perdura – objeto o persona, ambos. El tacto viene de nuestra consideración por el otro, y esa consideración viene de nuestro sentimiento por el otro, de nuestra empatía por el otro. Y ¿qué es consideración? Es un sentimiento de que, “todo lo que es fastidioso, de mal gusto, desagradable para mí – no debo causar la misma cosa que es displicente para mí al otro”. Y el tacto es sabiduría desarrollada por este sentido. El hombre puede ser lo más instruido, lo más capaz, lo más influyente, y aun así puede no ser delicado. El tacto es la señal de los grandes; grandes estadistas, reyes, líderes, héroes, los más instruidos, los grandes servidores de la humanidad fueros delicados. Le ganaron a sus enemigos, a sus peores adversarios mediante su tacto; lograron las cosas más complicadas de conseguir en la vida mediante el poder de la delicadeza.

Uno nunca puede decir, “tengo suficiente tacto”. Nunca es suficiente. Una verdadera persona delicada encuentra más errores en sí misma por no haber demostrado ser suficientemente delicada en su vida diaria, que una persona sin tacto. A medida que nos volvemos más delicados, encontramos más falta en nosotros, porque hay muchas faltas – acciones que se manifiestan automáticamente, palabras que se escabullen de la lengua, entonces la persona delicada piensa y ve lo que no hizo bien. Pero como Sa’adi dice, “Una vez que está hecho, entonces tú, una persona considerada, te arrepientes de eso. Este no es el momento de arrepentirse, primero deberías haberte controlado”.

Uno se vuelve delicado mediante autodisciplina, desarrolla el tacto mediante el autocontrol. Una persona delicada es sutil, fina, poética. Muestra verdadero aprendizaje y fina inteligencia. Muchos dicen, “Pero, ¿cómo podemos ser delicados y al mismo tiempo veraces?”. Muchos miran la finura de una persona delicada y dicen: “¡Hipócrita!” Pero ¿de qué sirve esa verdad que es lanzada como una gran piedra que rompe la cabeza de una persona? Una verdad que no tenga belleza, ¿qué tipo de verdad es? El Corán dice, “Dios es bello”, por tanto, la verdad debe ser bella. Si no fuera bella, entonces las almas buscadoras de la belleza y los seres inteligentes no hubiesen perseguido la verdad.

No siempre es necesario que debamos decir cosas que también no podían haberse dicho. Muy frecuentemente es una debilidad de parte de una persona que suelta una palabra que hubiese podido ser omitida.   Es el alma delicada la que llega a ser grande, porque no siempre se expresa externamente. Por tanto, su corazón que aloja sabiduría se vuelve más grande, se vuelve un reservorio de sabiduría, de consideración. Es la persona fina la que se vuelve popular. Es la persona fina la que es amada, es a la persona fina a la que las personas escuchan.

Además, es mediante la delicadeza que mantenemos la armonía en nuestras vidas – si no, la vida se convertiría en un mar agitado. Las influencias que llegan de todo lado a nuestra vida diaria son suficientes para perturbar nuestra paz, y si adicionalmente fuéramos groseros, ¿cuál entonces sería el resultado? Entonces habría una continua tormenta en nuestras vidas y no podría haber paz. Es con la delicadeza que hacemos equilibrio en contra de todas las influencias faltas de armonía que tienen un efecto discordante sobre nuestro espíritu. Si la falta de armonía viene desde todos los lados y si somos creadores de armonía, esto lo neutraliza y hace nuestra vida más fácilmente llevadera. ¿Qué es bondad, piedad u ortodoxia sin sabiduría, sin delicadeza? ¿Qué logra una buena persona con su bondad si no puede dar un gusto, una alegría con lo que dice o hace? ¿De qué sirve su devoción o espiritualidad si no es generador de felicidad para aquellos que llegan a estar en contacto con él? Es por consiguiente mediante la delicadeza que comenzamos nuestro trabajo de sanarnos y sanar a los demás.

Los Sufís de todas las épocas han sido conocidos por su hermosa personalidad. Eso no significa que entre ellos no hubiese habido personas con grandes poderes, maravillosos poderes y sabiduría. Pero sobre todo, lo que es más conocido de los Sufís es el lado humano de su naturaleza, su tacto que les afinaba con sabios y tontos, con pobres y ricos, con fuertes y débiles, con todos. Ellos se encontraban con cada uno en su propio plano, hablaban con cada uno en su propio lenguaje. Y qué enseñó Jesucristo cuando les dijo a los pescadores, “Vengan conmigo y les haré pescadores de hombres”. No significa, “les enseñaré maneras de sacar lo mejor de los hombres”. Sólo significa que su delicadeza, su simpatía, extenderá sus brazos ante toda alma que llegue, como una madre extiende sus brazos a su pequeño. Los Sufís dicen, “No estamos aquí para volvernos ángeles, ni para vivir como animales. Estamos aquí para simpatizar con unos y otros, y traerles la felicidad que siempre buscamos”. Sí, hay muchas espinas en el camino de la vida, las faltas de otros que pinchan como aguijones, como espinas, pero cuando nos miramos a nosotros mismos, tenemos las mismas faltas – si no más, menos. Por tanto, si evitamos a otros la espina que sale de nosotros, eso ayudaría mucho a nuestros semejantes; y no es una ayuda pequeña. Es en la delicadeza que cumplimos nuestro sagrado deber, cumplimos nuestra religión. Porque ¿cómo complacemos a Dios? Lo complacemos tratando de complacer a la humanidad.

Traducido por Inam Rodrigo Anda

 

2 Replies to “Hazrat Inayat: Tact (Spanish version)”

  1. Abdel Kabir

    Hermoso, poesía Divina que acaricia dulcemente el torrente de mi alma. Oh si pudiera amansar con mayor frecuencia ese ímpetu en mis aguas… en amor es la respuesta, en amor hacia el hermano, ese que abraza y acaricia, como Dios de todos lados

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  2. AmirGabriel Castro.A

    Gracias. En verdad todos tenemos ambos aspectos : las espinas de nuestro carácter tosco y la belleza de nuestro verdadero espíritu aún cuando hagamos la elección correcta siempre están presentes las espinas ; ignorar las ajenas y evitar las propias es parte del camino Sufi.

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