Hazrat Inayat: El punto de vista de la India
En la siguiente conferencia a los cherags, Hazrat Inayat Khan les ofrece algunas lecciones profundas para los discípulos occidentales. No sólo les da un profundo conocimiento de la religión hindú (que a menudo ha sido vista con bastante desprecio por los europeos), sino que también muestra el mayor respeto y sensibilidad aun siendo él mismo criado como un musulmán.
Me gustaría hablarles sobre el punto de vista de la India. Como todos ustedes saben, la religión hindú es la más antigua de todas las religiones conocidas en el mundo. También saben que la gente de la India ha seguido la tradición como su religión sagrada. Siendo tradicionales, mantienen todavía su punto de vista que viene de hace diez mil años.
El punto de vista del hindú acerca de Dios es que cada persona tiene su propia concepción de Dios, y por lo tanto cada persona es libre de escoger su propio Dios. Y la idea de muchos dioses y diosas proviene de la misma creencia. Cada uno deja al otro solo para que adore a su propio Dios. No hay duda de que han sido perseguidos por esto, y criticados, y algunos de ellos fueron convencidos de que no es así. Pero al mismo tiempo, ese es el punto de vista hindú acerca de Dios. Es por eso que todos los hindús de diferentes credos tenían la misma religión con diferentes dioses, porque cada uno dejaba al otro solo con su Dios.
Ahora veamos el punto de vista del hindú acerca del profeta. Cada uno ha tomado su profeta de los hombres de la historia, y no ha impuestos su creencia en un profeta al otro. Por lo tanto hay algunos que son llamados bhaktis* de Visnú, hay otros que son bhaktis de Shiva, otros que son bhaktis de Krishna, y otros que son bhaktis de Rama. Pero ¿ustedes piensan que los seguidores de Rama consideran que los seguidores de Krishna son infieles o paganos? Ellos sólo piensan: su profeta es Krishna, mi profeta es Rama. Los seguidores de Shiva piensan: su profeta es Rama, mi profeta es Shiva. Por eso, no consideran que el profeta del otro bhakti es nada menos que el suyo. Nunca piensan en eso. Un bhakti de Krishna nunca piensa que un bhakti de Shiva es menos porque tiene otro profeta. Sólo piensa en la hermosa vida de Krishna, tiene frente a si el ideal de Krishna, y deja al seguidor de Shiva solo con su ideal. Estos devotos de diferentes profetas nunca miran hacia abajo a los otros como si fueran seguidores de algún profeta que es más bajo, que es más pequeño que el otro, y al mismo tiempo, quien quiera que sea su profeta, lo elevan tan alto que nada puede ser más grande, nada, ningún profeta es mayor. Aun así, no miran al otro con desprecio o con el pensamiento de que es más bajo.
Y ahora veamos la adoración. Ellos tienen diferentes formas de culto, y dejan a cada persona tener su propia forma de adoración, y así reconocen las diferentes formas de adoración como un culto; tienen el mismo sentimiento por ello; tienen el mismo respeto por el culto de otra persona. Nunca hay una disputa sobre las diferentes formas de adoración entre los hindús. Hay formas de adoración donde los hindús ponen una estatua de Krishna en un pequeño moisés, las mujeres están balanceando el moisés, y los hombres están de pie con toda reverencia. Uno podría pensar: ¿la raza hindú, tan antigua, tan reflexiva, tan filosófica, personas tan meditativas, con ciencias ancestrales, están al nivel de pararse frente a un muñeco de Krishna que está siendo balanceado en un moisés?, ¿hombres y mujeres en reverencia y adoración? Pero si vieras sus caras – ¡radiantes de luz, en sincera devoción!
No cabe duda de que no es juego: es una devoción sincera. Las mujeres están cantando canciones de cuna a Krishna, con simples historias de Rama, que han sido contadas por miles de años. Uno podría pensar, con toda su sabiduría y filosofía y comprensión profunda de la vida y conocimiento de psicología, ¿cómo pueden soportar cosas infantiles como ésta? Al mismo tiempo, es sólo tolerancia por la humanidad y respeto por los conceptos del hombre. Por su tolerancia y respeto se adhieren a cualquier forma aceptada por una comunidad, y se benefician de esa forma, usándola para el propósito correcto. Para ellos, el Krishna que se balancea es una recreación, un bello cuadro. Pero en el corazón de aquellos que han evolucionado, el verdadero Krishna está allí. Están disfrutando de las canciones religiosas, y adoran aún más que los sencillos que están asistiendo a la adoración de Krishna. Es maravilloso ver la la gran tolerancia que tiene el devoto hindú por una concepción general de religión.
Además de eso, para un hindú, una cierta forma de culto no es su única oración. Hace oraciones desde la mañana hasta la noche. En la mañana, cuando va a bañarse en el agua corriente del río, ofrece su oración al agua, su oración al sol, su oración a Dios. Luego tiene sus ejercicios de respiración, pranayama; en eso hay una oración. Y cuando regresa a casa y toma su cena, esa cena también es una oración para él. Lleva ropa especial para la cena, porque está agradecido de participar de la comida que Dios ha creado para el hombre. Él no come para satisfacer su hambre, o porque es una necesidad; come porque está adorando mientras come. Y cuando hay pequeñas fiestas de cinco o seis o diez o veinte brahmanes cenando, cada uno recita un canto sagrado. Y ese es su entretenimiento. De nuevo eso es religión. Cuando una persona está comiendo sola, está en religión; y cuando está comiendo junto con otros, entonces también hay religión. Y luego va a su negocio, y antes de ir, lo primero que hará es ir a su templo, a saludar, tomar la bendición de Dios y pensar en el profeta, y luego va a su trabajo. Cuando va a su trabajo con ese pensamiento, todo el día lo tiene en su mente. Después del trabajo, cuando está de regreso en casa, su primer pensamiento es ir al templo a adorar a Dios. Luego con la cena tiene una adoración. Así que eso demuestra que vive en una actitud fervorosa. Todo el día su pensamiento es adorar a Dios. Todo lo que hace es una adoración. Hombres de negocios, científicos, pensadores, filósofos, místicos, todos tienen su propia forma. Y sin embargo cada uno es tan tolerante que, aunque su manera de adorar puede ser la mejor y la más elevada, aun así mira la forma de adorar de un hombre sencillo y la respeta tan delicada y cuidadosamente que nunca demuestra con su pensamiento, discurso o palabra que es una forma simple de adorar. Porque es profundo y ve la profundidad de todo.
Y ahora respecto a la idea de los hindús sobre meditación. No hay duda que la meditación es su más alta religión, y cualquier persona que a través de su religión ha llegado a un punto donde debería meditar, medita, pero al mismo tiempo mantiene igual la forma externa. Nunca piensa: estoy demasiado evolucionado para observar las formas ordinarias. Y es esa sencillez lo que le ayuda a evolucionar y alcanzar la más alta realización.
*=’alguien que ama o es devoto de’
Traducido por Inam Rodrigo Anda