Hazrat Inayat: La voz interior pt II|
Con esta publicación concluimos la conferencia de Hazrat Inayat Khan sobre el tema de la voz interior. La primera entrega pude encontrarse aquí.
El siguiente paso de inspiración luego de la impresión es la intuición. La intuición es un sentimiento inconfundible; no es solo una sensación segura de que quizás sucederá así, sino un sentimiento inequívoco de que debe suceder así. Una persona intuitiva siente si alguien le está escribiendo una carta desde lejos. La persona intuitiva piensa en alguien y se lo encuentra en la calle – había pensado en él. La persona intuitiva puede sentir, al ir a la mesa, que le servirán pescado; sintió por intuición lo que había en la mente del cocinero, y lo ha previsto. Una persona intuitiva llega a ser una especie de lector del pensamiento, lo que llaman clarividente. Aunque hoy en día parece haber tal cantidad de esa clarividencia – se ha vuelto un negocio, ¡hay tantos clarividentes! – lo más divertido es que, ser un psíquico se convierte en algo tan común el tener un poder clarividente. Se lo trata como preguntar a una persona: “¿Tienes un bolígrafo o un papel?” Ni el que pregunta ni el que responde se dan cuenta de lo sagrado que es el tema, y cómo debe ser tratado este asunto. Es divertido ver cuantas personas hoy en día hablan tan ligeramente acerca de tener ese poder. Si tan solo supieran que cuando hay tal poder, uno debe ser modesto al respecto, cerrar la boca y mirar hacia abajo.
Por consiguiente, cuando un hombre se desarrolla, experimenta lo que se llama inspiración. Puede llegar como una inspiración para pintar, o para la música, o la poesía. La diferencia entre inspiración y el trabajo de toda la vida es que el uno ha hecho su trabajo con mucha reflexión, pero en el caso de la inspiración, éste llega fácil, sólo hay que escribirlo y está ahí. Lo que viene por inspiración no puede ser corregido. Al querer aportar o corregirlo, solo lo estropeas en lugar de mejorarlo, porque no es la persona la que lo ha hecho. Le ha sido entregado, aunque una persona con ideas materialistas no estará dispuesta a admitir el hecho. Pero pregúntale a cualquier músico de cierta profundidad, o a un poeta que realmente ha escrito algo, y te diría que cuando tiene la intención de escribir, no puede, pero el momento llega cuando todo es como la lluvia que viene desde arriba.
Cuando un alma se desarrolla aún más, no solo recibe inspiración, sino que tiene lo que se llama visiones. Todo lo que tiene que crear, todo lo que produce en forma de música o poesía, le fue concedido específicamente a él. Hay visiones que uno ve mientras duerme – llegan cuando está medio dormido – y hay visiones que uno recibe incluso cuando está bien despierto. Cuando esta facultad intuitiva se desarrolla completamente, se convierte en una suerte de reflector. Este reflector lanza su luz sobre un cuerpo y no solo lo muestra claramente a la persona, sino que tiene el poder de abrir ese cuerpo de manera que ella vea su secreto. Es esto lo que se llama revelación. Inspiración, intuición y revelación son grados de desarrollo de este poder. Podrías preguntarme, “¿De dónde proviene este poder?” Yo respondería, “El Espíritu Divino está escondido en el corazón del hombre, y mientras más se revela ese corazón, más encuentra el Espíritu Divino la oportunidad de elevarse a su plenitud”. Los grandes profetas, santos y sabios que han entregado sabiduría al mundo, no han obtenido esta sabiduría de los recursos intelectuales, sino de su voz interior.
Toda la tragedia de la humanidad hoy en día es la falta de la voz interior, y la causa de esto es que el alma parece estar enterrada bajo la materia. Una persona con un corazón viviente va con una antorcha, para encontrar en algún lugar, a alguien que pueda entender lo que dice. Éste, debido a la condición actual del mundo, es difícil de encontrar. Cuando una persona entre miles llega a tener un poco de comprensión, a una mayor consciencia de la vida, lo primero que siente es como si huyera de la multitud y nunca regresara. Para el ignorante, quizás, la vida aquí es una dicha, pero para una persona con comprensión, una persona con sabiduría, vivirla es la mayor tragedia.
En esta situación deteriorada, llega el Mensaje Sufi a la humanidad como una respuesta a su clamor. Su tema principal es despertar en la humanidad la idea de lo divino, del alma humana. La religión que este Mensaje trae es respetar las creencias de los demás; y la moral, o reglas, o doctrina que la Orden Sufi* ha traído al mundo es considerar que toda voz interior es una sola. Así como la felicidad del cuerpo depende de la salud de sus órganos, así la felicidad de todo el mundo depende del bienestar de todas las naciones. La Orden Sufi da la bienvenida a esas almas que ya han llegado a la realización de la verdad, la verdad que responderá todas las preguntas de la vida, y esa verdad que solo puede llamarse la verdad suprema.
Muchas gracias por su comprensiva respuesta.
Que Dios les bendiga.
*Este fue el primer nombre usado por Hazrat Inayat Khan para su trabajo organizado en Occidente. La Orden Sufi fue oficialmente cancelada cuando fue remplazada por el Movimiento Sufi.
Traducido por Inam Anda