Hazrat Inayat : El poder de la respiración pt II
En la primera entrega de esta serie, Hazrat Inayat Khan prestó especial atención al papel de la respiración en el aspecto físico de nuestro ser. Ahora, extiende el marco para considerar la conexión de la respiración con la mente, y también con la naturaleza. La palabra “tisis” en el segundo párrafo es un término ya obsoleto para la tuberculosis.
Entonces, cuando consideramos la mente, encontramos que la respiración tiene que ver con la mente también. El místico sabe que el aliento que percibimos al exhalar e inhalar por las fosas nasales no es el aliento esencial, sino sólo el resultado de una corriente que corre no sólo por el cuerpo, sino también por todos los planos de la existencia del hombre. Lo que sienten las fosas nasales es el resultado de la actividad de la respiración. Si no fuera así, no podríamos explicar cómo la mente, que es mucho más vasta y fina que el cuerpo, y que es un elemento separado, puede ejercer un efecto sobre el cuerpo, y el cuerpo sobre la mente.
Cada pasión, cada emoción tiene su efecto sobre la mente; y cada cambio de opinión, por leve que sea, tiene su efecto sobre el cuerpo del hombre. Los médicos de todas las edades se han dado cuenta de que la tisis es a menudo el resultado de una preocupación constante.
¿Qué mantiene a la mente y al cuerpo conectados? ¿Qué es lo que mantiene a la mente siempre activa? ¿Qué le da a la mente su vigor para crear imaginaciones, para crear pensamientos, y no sólo para crearlos sino para retenerlos la facultad que llamamos memoria? ¿Para retener el conocimiento adquirido la facultad que llamamos razón, para poseer emociones que a veces se pueden sentir y a veces no? ¿Dónde guarda la mente todas estas cosas? ¿Qué fuerza puede ser la que está detrás de todo esto? ¿No es la respiración? Es por eso que el místico estudia y entiende y domina la respiración, para dominar no sólo el cuerpo físico sino también la mente.
Desde el punto de vista místico, es evidente que hay una fuerza, una corriente, una afinidad que atraviesa y une todos los árboles y plantas de un bosque, y que también hace que el desierto se quede sin ellos; que hace que la mina de carbón tenga carbón, que la mina de oro tenga oro, que la mina de azufre tenga azufre. Esta fuerza, o fortaleza, reúne todos estos elementos.
Lo mismo ocurre con las mareas del mar. Es responsable de que las aguas corran en la misma dirección, ya sea que al principio tiendan hacia el sur, el este, el oeste o el norte; explica que la superficie de las olas mantenga un ritmo. Dondequiera que miremos, ya sean los cambios de las estaciones, los cambios del clima, o incluso los círculos constantes que la tierra describe en su viaje, todos ellos muestran la misma corriente subyacente, la corriente de toda la naturaleza, que es el verdadero aliento. El universo entero está funcionando con un cierto ritmo; hay una corriente que mantiene a todo el universo en marcha. Es una respiración, y sin embargo son muchas respiraciones.
Hay una marea que tiene un ciclo de cuarenta días, y una marea que tiene un ciclo de siete días, y otra de treinta días; y sin embargo a cada momento las olas suben y bajan. Hay una ola debajo de la ola, y una ola sobre la ola. Hay una marea que gira dos veces al día, y también una marea que gira una vez al mes. Lo mismo ocurre con la respiración: una respiración, y sin embargo muchas respiraciones.
Entonces consideren cómo los árboles se mantienen juntos. Un árbol, y sin embargo sus ramas, sus frutos y sus flores apuntan a diferentes direcciones. Cada rama toma una dirección diferente, y aún así todas se mantienen juntas. ¿Qué es lo que dirige el vigor y la fuerza de una rama y no las otras en esa dirección, ya que todas están unidas al mismo tronco? ¿No es esa corriente de vida que corre a través de ella la que dirige sus caminos? Mientras corre a través de un árbol, produce frutos y flores.
Lo mismo ocurre con los animales, los pájaros y el hombre. La misma corriente de vida corre a través de todos. El hombre es el ser ideal, como dice la escritura. Es ideal porque se le da la inteligencia para percibir el secreto de este aliento, mientras que está oculta ante los animales y los pájaros. La vida de todas las criaturas es misteriosa y llena de maravillas, pero sólo el hombre es bendecido con la inteligencia que transmite el poder de comprender el secreto del aliento. Si hay algo más duradero que nuestra vida transitoria es esto, el secreto de nuestro ser. Es por esto que el hombre es capaz de dominar la vida tanto aquí como en el más allá.
Continuará…
Traducido al español por Arifa Margarita Rosa Jáuregui