Hazrat Inayat : El Sabio en Oriente pt. I
En esta extensa conferencia, Hazrat Inayat Khan ofrece una valiosa visión de la espiritualidad de las diferentes tradiciones de Oriente, a la vez que nos guía en su forma de pensar sobre estos temas. Comienza con la diferencia entre el “maestro” y el “santo”.
Cuando reflexiono sobre la palabra inglesa “sage”, (NT: sabio) me parece que debe proceder de dos raíces diferentes, una de las cuales se encuentra en sánscrito, “swaga”, y la otra en persa, “safa” o “saga”. La primera raíz significa “cielo”, lo que sugiere que quien intenta convertirse en un sabio está tratando de alcanzar el cielo o de convertirse él mismo en él. La otra raíz sugiere que un sabio es una persona que desea construir algo, que es constructiva. Pero, por supuesto, no existe la palabra “sabio” en ninguna lengua oriental, aunque poseen una palabra similar, “sant”, que tiene el mismo significado que “santo”. Luego está la palabra “sadhana”, que significa “dominio”; y un sadhu es alguien que domina la vida.
Ahora bien, hay dos temperamentos diferentes. Está el que se inclina siempre a contentarse con las cosas, a aceptar todo como viene, dispuesto a vivir una vida retirada, resignado a todo lo que pueda suceder. De hecho, vemos este temperamento más o menos en todo el mundo. El otro temperamento es el que desea dominar las cosas, que tiene el deseo de dominar toda situación, de dominar a otra persona, de dominar una empresa, de actuar con fuerza de voluntad y valor.
Sin duda, en ambos temperamentos hay bondad y maldad. La persona que está siempre retirada y resignada y contenta con todo no es necesariamente toda buena, sin ningún mal en ella, ni la que controla a los demás y domina las circunstancias es siempre una persona ideal. Lo que ocurre es que existen estos dos temperamentos, y todos tienen más o menos de uno o de otro.
El Sadhu y el Sant representan estos dos temperamentos. El Sadhu controla y domina las cosas; el Sant está resignado y contento en todas las situaciones y circunstancias de la vida. Elige una vida de retiro y resignación. Si me preguntaras cuál de los dos es superior, te diría que no hay ni superior ni inferior. Si trabajas de acuerdo con tu temperamento, ese es el trabajo natural para ti, mientras que si trabajas en contra de tu temperamento es como golpearte contra una roca, y no hay esperanza de progreso. Pero si haces lo que te corresponde, y actúas de acuerdo con tu temperamento, entonces siempre habrá progreso. El temperamento no es una virtud de la que hay que hacer gala; tampoco es algo que haya que superar para actuar en contra de la propia naturaleza. El sabio reconoce estos dos temperamentos y los utiliza en consecuencia, dándoles más rienda y haciéndolos más evidentes al ojo del vidente. Estudia cómo operan en la vida de las personas, y sin duda es muy interesante estudiar la vida de los sabios en Oriente desde este punto de vista; pero para un extraño en estos países es desconcertante cómo sus diferentes comportamientos pueden pertenecer a la santidad o al sabio, porque en Occidente la gente tiene la idea de que un sabio debe ser bondadoso, retraído y renunciante, o quizás incluso un hacedor de milagros. Por eso, cuando no se dan esas cualidades, puede parecer que hay algo malo en los sabios. Para comprender en profundidad lo que significa la vida santa y formarse una opinión razonable sobre los sabios de Oriente, se requiere mucha paciencia y tolerancia. La gente es propensa a decepcionarse cuando juzga por las apariencias.
Continuará…
Traducido al español por Arifa Margarita Rosa Jáuregui