Hazrat Inayat : The Soul, Whence and Whither? pt VIII (Spanish version)

Hazrat Inayat: El alma, de dónde y adónde pt VIII 

Al continuar su explicación de la relación entre el alma y el reino de los ángeles, Hazrat Inayat Khan cuenta ahora la historia de cómo el ángel Iblis, al negarse a inclinarse, se convirtió en un proscrito, y sirve como ejemplo del ego individual. La publicaicón anterior de la serie está aquí. 

En las escrituras árabes se cuenta una historia muy interesante. Se trata de que Dios nombró a Iblis jefe de los ángeles y le dijo que trajera arcilla para hacer con ella una imagen. Los ángeles, bajo la dirección de Iblis, trajeron la arcilla e hicieron una imagen; entonces Dios sopló en esa imagen y pidió a los ángeles que se inclinaran ante ella. Todos los ángeles se inclinaron; pero Iblis dijo: ‘Señor, Tú me has hecho jefe de todos los ángeles, y yo he traído esta arcilla por orden Tuya, y he hecho con mis propias manos esta imagen ante la que Tú me ordenas inclinarme’. El disgusto de Dios se levantó y cayó sobre su cuello como el signo del desterrado. 

Esta historia nos ayuda a comprender lo que Jesucristo quiso decir cuando afirmó: “Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra”. Lo que Iblis negaba era el reflejo de Dios en el hombre; y se puede observar la misma ley en todos los órdenes de la vida. Una persona puede ser rica o tener una posición elevada, pero aun así debe obedecer al policía; no es el rango y la riqueza lo que éste tiene, sino que en él se refleja el poder del gobierno, y cuando un hombre no hace caso al policía, se niega a obedecer la ley del estado. En todo, pequeño o grande, es la misma ley; y en cada persona hay una chispa de esta tendencia de Iblis; la tendencia que conocemos como egoísmo, la tendencia a decir: “No, no escucharé; no cederé; no consideraré”. ¿Por qué? Por el “yo”, porque “yo soy”. Pero sólo hay un “Yo”, el “Yo” perfecto. Él es Dios, cuyo poder es más poderoso que cualquier poder existente en el mundo, cuya posición es mayor que la de cualquiera; y lo demuestra en respuesta a la tendencia egoísta del hombre, que es limitado. Esto se expresa en el dicho: “El hombre propone, pero Dios dispone”. Es este pensamiento el que enseña al hombre la virtud de la resignación, el que le muestra que el “yo” que él crea es un “yo” mucho más pequeño, y que no hay comparación entre este “yo” y el “Yo” del gran Ego, Dios. 

Otra historia cuenta lo asustada que estaba el alma cuando se le ordenó entrar en el cuerpo de arcilla; estaba muy poco dispuesta, no por orgullo, sino por miedo. El alma, cuya naturaleza es la libertad, cuya morada es el cielo, cuyo consuelo es ser libre y habitar en todas las esferas de la existencia, para esa alma habitar en una casa hecha de barro, era de lo más aterrador. Entonces Dios pidió a los ángeles que tocaran y cantaran, y el éxtasis que se produjo en el alma al oír aquella música la hizo entrar en el cuerpo de barro donde quedó cautiva hasta la muerte. 

La interpretación de esta idea es que el alma, que es pura inteligencia y angélical en su ser, no tenía el menor interés en morar en el plano físico, que la priva de su libertad y la limita. Pero lo que interesó al alma, y la hizo entrar en el cuerpo, es lo que este mundo físico les ofrece a los sentidos; y esto produce tal embriaguez que aleja del alma, por el momento, el pensamiento del cielo y así queda cautiva en el cuerpo físico. ¿Qué es Cupido? ¿No es Cupido el alma? Es el alma; el ángel que va hacia la manifestación, el ángel que ha llegado a su destino, el plano humano; y antes de manifestarse es Cupido. 

Continuará… 

Traducido por Inam Anda 

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