Hazrat Inayat: El Alma, de Dónde y hacia Dónde pt XXI
Hazrat Inayat Khan aborda ahora una cuestión muy fundamental en relación con el viaje del alma, que es, “¿Cuál es el propósito del viaje?”. La publicación anterior de la serie está aquí.
Las preguntas, ¿por qué las almas vienen a la tierra? ¿Por qué ha tenido lugar esta creación? ¿Cuál es el propósito de esta manifestación? Se pueden responder en una palabra: satisfacción – para la satisfacción de Dios. ¿Por qué Dios no está satisfecho sin esto? Porque Dios es el único Ser, y la naturaleza de ser es volverse consciente de ser. Esta consciencia experimenta la vida a través de varios canales, nombres y formas; y en el hombre esta consciencia de ser alcanza su culmen. En palabras sencillas, a través del hombre Dios experimenta la vida en su más alta perfección. Si alguien entonces pregunta, ¿Cuál es el deber del hombre, si ese fuera el propósito? la respuesta es, que su más sagrado deber es alcanzar esa perfecta consciencia que es su Dharma, su verdadera religión. Con el fin de realizar su deber tendrá que luchar consigo mismo, tendrá que pasar a través del sufrimiento y el dolor, tendrá que pasar muchas pruebas y ensayos. Haciendo muchos sacrificios, y practicando renunciación llegará a alcanzar esa consciencia que es la consciencia de Dios, en la que reside toda perfección.
¿Pero por qué debe el hombre sufrir y sacrificarse por Dios? Al final de su sufrimiento y sacrificio encontrará que, aunque comenzó a hacer eso por Dios, ha demostrado ser para él mismo. Es el necio egoísta quien es egoísta, y el sabio egoísta demuestra ser desinteresado.
Viene ahora la pregunta, ¿cómo puede alcanzarse esa consciencia? Debe alcanzarse mediante la autorrealización. Primero el hombre debe analizarse a sí mismo y descubrir de qué está compuesto. Está compuesto de espíritu y materia. Se compone en sí mismo de los reinos mineral, vegetal y animal, el jinn y el ángel; y su trabajo consiste en equilibrar todos estos, sabiendo que no ha sido creado para ser tan espiritual como un ángel ni tan material como un animal. Y cuando encuentre el punto medio ciertamente recorrerá el camino que está destinado a ser recorrido por un hombre, el camino que conduce directamente a la meta. “Estrecha es la puerta, y angosto es el camino” [Mateo 7:14]; angosto porque cualquier paso dado en cualquier dirección conducirá a otro camino. El equilibrio es la clave del logro espiritual. Para alcanzar la consciencia de Dios la primera condición es hacer de Dios una realidad, de tal manera que Él no sea más una imaginación. Tan pronto como el ideal de Dios cobra vida, el devoto de Dios descubre la verdad. No hay religión más grande que la verdad. Entonces la verdad ya no es en adelante el objeto de su búsqueda; entonces la verdad se convierte en su ser, y a la luz de esa absoluta Verdad encuentra todo el conocimiento. Ninguna pregunta se queda sin respuesta; esa pregunta que surge continuamente en el corazón del hombre, ¿Por qué?, se vuelve inexistente, porque con el surgir de cada ¿Por qué? aparece la respuesta. En el momento en que el hombre se ha vuelto propietario de una casa, se familiariza con todo lo que hay allí. Es el extraño el que encuentra difícil encontrar cualquier cuarto de la casa, no el que la habita; conoce todo sobre la casa. La raíz de la búsqueda de la verdad es la ignorancia; y se remueve completamente del corazón, y el panorama se hace más amplio, tan amplio como el Ojo de Dios; allí dentro nace el Espíritu divino, el espíritu que es llamado Divinidad.
Continuará…
Traducción al español: Hafiz Juan Manuel Angel