Hazrat Inayat: El Espiritu de Cristo pt II
Continuando con su enseñanza sobre el Espíritu de Cristo, Hazrat Inayat aborda delicadamente el conflicto aparente entre aquellos que dicen que Cristo era divino y quienes lo niegan diciendo que era humano. La primera publicación de la serie está aquí.
No solo los seres humanos tienen esta guía, incluso las bestias y las aves la tienen. En los rebaños de animales siempre hay uno que los guía. En las bandadas de pájaros hay uno que guía y mira desde donde sopla el viento. El que guía sabe hacia donde ir y los otros pájaros lo siguen. En India los que viven en el bosque cuentan una bella historia sobre los elefantes. Dicen que en una manada de elefantes hay uno que es el líder y toma la rama de un árbol en su trompa y va adelante examinando el terreno por donde camina para que los que lo siguen no caigan en una zanja. También está atento al sonido de armas y flechas, y detecta cualquier atmosfera que pueda ser nociva para los elefantes. Pero a veces hay un elefante que no quiere ser guiado. Se extravía y se pierde, y para cazarlos, los hombres cavan hoyos en la tierra para que cuando el elefante perdido este cerca caiga en él, y después de dos o tres días vienen y lo capturan.
Esta es una bella imagen del trabajo del espíritu de Cristo. Cuando entendemos esto no podemos culpar a quienes dicen, “Cristo es nuestro Salvador”, o “Cristo es nuestro Dios”. Puede que no vean lo que el Espíritu de Dios es en nuestra interpretación, pero no hay nada malo en ello excepto que ellos mismos no saben lo que están diciendo. Si vemos divinidad en Cristo, no hay nada malo en ello. Si la divinidad no se manifiesta a través del hombre, entonces ¿dónde se encuentra? ¿solo se puede encontrar la divinidad en los cielos? Y si, de otra parte, alguien llama a Cristo hombre, solo eleva los estándares del hombre al punto más alto; y en esto también hay verdad. Solo que estos dos no entienden el significado del otro, y cada uno dice que el otro esta errado; y esto ocurre porque no creen que el que es llamado Cristo, el Salvador, es en realidad el espíritu salvador. En los elefantes el espíritu salvador es aquel que guía la manada; y una amorosa madre, un bondadoso padre, un inocente niño, un servicial amigo, y un maestro inspirador, todos representan en mayor o menor grado al espíritu salvador. Quien salva la vida de un hombre saltando al agua no hace una obra tan grande como el que salva un alma que andaba a tientas en la oscuridad.
Pero entonces, se podría decir ¿qué pasa con el mundo entero, con toda la humanidad? Toda alma está conectada con la otra, y no hay una sola alma, que no se someta a la influencia de todo el cosmos, consciente o inconscientemente. Toda célula, más temprano o más tarde, tiene un efecto en todo el cuerpo. Entonces, si lo miramos correctamente no es exagerado llamar a un alma liberada el Salvador del mundo; pero si uno solo lo sostiene como una creencia, no sabe lo que verdaderamente significa.
Naturalmente el alma liberada es como una gota de sangre viva. Los científicos han descubierto que las transfusiones de sangre pueden dar nueva vida. Un alma que se ha elevado a la gran iluminación puede inspirar y vigorizar a toda la humanidad, tal como un hombre poderoso puede influenciar a toda una nación. Entonces lo llaman el hombre del día, y puede tener una influencia para elevar al hombre a la altura del cielo. Si un hombre material puede hacer esto para la nación entera, ¿cómo no podrá entonces un hombre espiritual tener esa influencia sobre el mundo entero? Que lo reconozcamos o no, no importa. Pero hay almas en el mundo cuya influencia es mayor que la del así llamado hombre del día, sobre el cual se escribe tanto en los periódicos.
Continuará…
Traducción al español: Hafiz Juan Manuel Angel