Hazrat Inayat: La Vina
La siguiente breve charla fue dada por Hazrat Inayat Khan en respuesta a un requerimiento de sus estudiantes para decir algo acerca de la vina, su instrumento predilecto. Cerca del final habla del “jazz”, parece referirse a la música popular bailable en general.
Amigos, querían escuchar de mí el elogio a la vina. Así que debo mencionar las palabras en sánscrito de un gran poeta indio quien dice en el elogio a la vina (no se sorprendan al escuchar la explicación de esto), “al mirar, al tocar, al escuchar ese instrumento de cuerdas de tripa, se pueden liberar, aun si matan a un brahmán.” Y matar a un brahmán se considera el mayor de los pecados.
Este instrumento fue inventado por el Señor de los Yoghis; Shiva, o cuyo nombre es Mahadeva, quien dio al mundo la experiencia de la práctica del yoga de toda su vida, y quien es venerado en India como deidad. Su literatura es considerada como escritura sagrada. Fue un gran maestro de respiración y un asceta. Vivía en las montañas, donde se sentaba y respiraba el aire libre de los vastos horizontes del Este y practicaba mantras, palabras y frases que cambiaban en su totalidad al ser del hombre. Allí quiso fabricar un instrumento que sirviera para elevar la exaltación por medio de la música. En el bosque lo que pudo hacer fue cortar un pedazo de bambú. Tomó dos calabazas, las vació y las amarró alrededor del bambú. Hizo cuerdas de tripa de los animales, y las ató. De esta manera fabricó la primera vina. Y practicó con ella solitariamente. Hay una cita que dice que cuando los ciervos en el bosque lo escuchaban, solían decir, “Haz las cuerdas de tripa de mis propias entrañas y colócalas en tu vina, pero mientras yo viva continúa tocando”.
Mahadeva hizo su instrumento a través de la ayuda del cuerpo humano y la mente, considerando su condición en la mañana, al medio del día, en la tarde, en la noche y en la madrugada al despertarse. Encontró que en cada momento del día y la noche tenia un efecto particular en el cuerpo humano y el espíritu, y que un ritmo parecido al de ese momento en particular debía ser prescrito psicológica y místicamente para elevar el alma. Y por lo tanto la ciencia psicológica de la música fue hecha por Mahadeva, una ciencia que se conoce como “raga,” que significa “emoción,” emoción controlada y utilizada para el mejor propósito. Cuando Parvati vio este instrumento – Parvati era la consorte de Mahadeva – dijo “Debo inventar mi vina.” Entonces tomo mitades de calabaza y produjo otro tipo de vina, la vina de Saraswati. Así que existen dos vinas: una es interpretada por hombres y la otra por mujeres.
En este instrumento no solo se producen notas de sostenidos y bemoles, sino también semitonos. Y de esta manera la música se vuelve rica, pero desarrollar la ciencia de los semitonos es tan difícil que toma toda la vida. Los músicos de la India dedican doce o más horas del día a la practica de los diferentes ritmos, improvisando en ellos. Y al final producen un efecto psicológico que no es música, sino magia, una magia que puede conmover a una persona y puede penetrar el corazón del hombre. Es un sueño, una meditación, un paraíso. Escuchándola nos podemos sentir en un mundo diferente. Aunque su música es difícilmente audible. En lugar de interpretar ante miles de personas, solo una, dos o tres personas de la misma cualidad y naturaleza deben estar juntas para disfrutar esa música minuciosamente. Si un elemento extraño está presente, el músico no se siente inspirado.
Les divertirá saber que una vez un músico fue invitado a interpretar vina. El músico llegó y fue bienvenido. Abrió su vina. Luego miró aquí y allí y encontró alguna disonancia. Envolvió su vina, se despidió y se fue. Los presentes se decepcionaron y le rogaron que tocara, pero su respuesta fue, “No importa lo que me den, no tengo ganas de tocar.” Esto es algo muy diferente a hacer un programa con varios meses de anticipación. El músico en occidente está obligado seis meses antes a interpretar cierto programa, está indefenso. Pero de esta manera no es música, es un trabajo, se hace mecánicamente. ¿Creerían que un cantante en oriente nunca sabe lo que va a cantar hasta que empieza a cantar? Él siente la atmósfera del lugar y del tiempo, y comienza a cantar o a tocar lo que sea que venga a su mente. Es una cosa muy diferente.
No quiero decir que la música de este tipo pueda ser universal. Pertenece a algunas raras personas en un lugar remoto. En India los músicos están ahora muriendo por la falta de aprecio. Esos potentados, esos gurús, esos maestros de alta inspiración que viven en el pasado, apreciaban esta música. Aun en India la gente se está volviendo industrializada y civilizada y la música está muriendo. Ya no existen esos músicos de antes que hechizaban a todos los que los escuchaban; ya no existen. En millones hay tal vez tres o cuatro y se habrán extinguido en pocos años.
Puede ser que un día el mundo occidental se despierte a la música india como ahora el Occidente está despertando a la poesía del Este, como están comenzando a apreciar obras tales como las que fueron escritas por Rabindranath Tagore. Llegará el día en que pregunten por música de ese tipo. Y entonces no será encontrada, será muy tarde. Pero no hay duda de que cuando esa música sea introducida en Occidente, esa música que es magia, que está construida sobre bases psicológicas, eliminará todas esas cosas como las bandas de jazz. La gente parece estropear sus sentidos, esta música está destruyendo la delicadeza de los sentidos de la gente. Miles bailan todos los días música jazz, y olvidan el efecto que tiene sobre su espíritu, sobre su mente, sobre sus delicados sentidos. Sé de un príncipe de Rampur que quería estudiar música con un gran maestro. Y el maestro dijo, “solo puedo enseñarte con una condición”. Conocía el carácter del príncipe, que era amante de la música, y entendió que muchos músicos querrían mostrar su talento ante él. Dijo, “no quiero que escuches ningún musico que no sea un artista consumado, porque tu sentido de la música no puede ser destruido: debe ser preservado para música delicada, debe ser capaz de apreciar las finas complejidades”.
Cuando la educación del publico destruye la delicadeza de la apreciación musical, no es posible evitar que a la gente no le guste escuchar lo que realmente es música y que prefiera el jazz. Pero en lugar de ir hacia adelante están yendo hacia atrás. Y si la música, que es el tema central de toda la cultura humana, no le ayuda a la gente a ir hacia adelante, es una gran lástima.
La música de la vina tiene una similitud con la voz humana. Si escuchan tocar vina, nunca pensarían que es un instrumento, no pueden imaginar que es un instrumento. La música de la vina no es tan magnética como la música de la voz humana, pero es mas atrayente, mas impresionante. Y todas las delicadezas de la voz humana y su estructura sedosa se completan en el sonido de la vina.
Traducción al español: Hafiz Juan Manuel Angel