Hazrat Inayat: Hacia la Meta pt VI
Hazrat Inayat Khan empieza ahora una explicación sobre el despojo de velos del alma mientras pasa de plano en plano. La publicación anterior está aquí.
Hay un proceso que se puede ver tanto en la llegada del alma a la tierra como en su regreso. Al venir a la tierra se adorna a sí misma con los velos de los planos particulares por los que pasa; y en su regreso se despoja a si misma de los cuerpos que ha adoptado para su conveniencia al experimentar ese plano en particular. De esta manera hay un proceso de cubrirse y descubrirse. El alma, por así decirlo, arroja su vestido en el mismo plano donde lo tomó prestado, cuando ya no le sirve. ¿Entonces en qué se convierten esos cuerpos? Los cuerpos terrenales se componen de átomos físicos, y así todo lo que ha sido compuesto se descompone y regresa a su propio elemento; la respiración al aire, el calor al fuego, el liquido al agua, y la materia a la tierra. A pesar de todas las diferentes maneras en las que el cuerpo puede aparentemente ser absorbido, diferentes insectos pueden comérselo, las aves pueden compartirlo en su alimento, los animales salvajes pueden devorarlo, o puede ser tragado por un pez, con el tiempo puede convertirse en tierra, o puede ser utilizado para nutrir una planta o un árbol – en todos los casos la primera regla permanece.
Tal como el cuerpo físico se compone y descompone, también lo hace el cuerpo mental o espiritual. Este cuerpo tiene una vida incomparablemente más larga que la que tiene el cuerpo físico en la tierra. Su fin es similar al fin del cuerpo físico. Cuando el alma se despoja a si misma de su traje mental ese traje cae, como lo hizo el cuerpo en la tierra, en ese plano al que pertenece; porque no es el cuerpo el que tiene la fuerza para permanecer de pie; la fortaleza para permanecer de pie pertenece al alma. Es, por consiguiente, ese hombre, en el que el alma se manifiesta en la forma más pronunciada, el que se pone de pie; todos los demás animales se inclinan o doblan en su forma natural.
La descomposición del cuerpo espiritual se usa para hacer los cuerpos del mundo espiritual, pero no de una manera tan cruda como pasa con el cuerpo terrenal – de una manera mucho más fina, porque este es un cuerpo mucho más fino. Hay gozo en la composición o descomposición de este cuerpo, así como hay placer en la composición y descomposición del cuerpo físico. ¿A qué se parece el cuerpo que el alma usa en el plano espiritual? Exactamente al mismo que lucía en la tierra. ¿Por qué debe ser así? Debido al amor del hombre por su cuerpo. ¿Cambia esto? Sí, si quiere cambiarlo; si el alma quiere, puede ser cambiado de acuerdo con su propio ideal. Puede hacerse tan joven y tan bello como sea posible, pero debe recordarse que por naturaleza el alma se vuelve tan apegada a su forma que se aferra a ella y como regla no quiere volverse diferente.
La condición de la otra vida es muy parecida a la del mundo de los sueños. En los sueños no nos vemos a nosotros mismos muy diferentes a lo que parecemos, solo en algunos casos y en algunas ocasiones y para esto hay razones. Sin embargo, el poder que el alma tiene en la otra vida es mucho mayor que aquel que tiene en el mundo de las limitaciones. El alma en el otro mundo, por así decirlo, madura y encuentra dentro de sí el poder que ignoraba durante su vida en la tierra, el poder de crear y producir todo lo que desea. Y al no estar su movimiento tan obstaculizado por el tiempo y el espacio, es capaz de lograr y hacer por si misma cosas que son difíciles de hacer y lograr para el alma en el plano terrenal.
Continuará…
Traducción al español: Hafiz Juan Manuel Angel