Hazrat Inayat : Toward the Goal pt VII (Spanish version)

Hazrat Inayat: Hacia la Meta, parte VII 

Después de dar una idea del proceso por el cual el alma se despoja de las capas que ha adquirido en su viaje, Hazrat Inayat Khan habla ahora brevemente del fenómeno de la obsesión, y de su forma más intensa, que aquí llama «impresión». 

Un alma que ha dejado la tierra y se encuentra en el mundo del espíritu puede seguir viviendo en la tierra de una manera, y ésta es obsesionando a otra alma. Muy a menudo se ha explicado mal esta idea, cuando se ha dicho que un espíritu se apodera de un cuerpo muerto y, entrando en él, hace uso de él. El cuerpo, una vez muerto, está muerto; ha entrado en el proceso de volver a su propio origen. Ha perdido ese magnetismo que atrae al alma y la retiene para permitirle funcionar en el cuerpo físico. Si el cuerpo muerto tuviera magnetismo, entonces no le habría permitido al alma regresar; la habría retenido, porque es el cuerpo el que sujeta el alma a la tierra; el alma tiene una atracción interior que la atrae continuamente hacia su origen. Pero hay muchos muertos vivientes en el buen o mal sentido de las palabras. Es en estos casos cuando un espíritu singular se apodera de sus mentes y cuerpos como si fueran su propio instrumento, utilizándolos para su mejor provecho; esto se conoce generalmente como obsesión. De hecho, no hay alma que no haya experimentado la obsesión en el verdadero sentido de la palabra, ya que hay momentos en la vida cotidiana en los que aquellos que están en el otro lado toman a las almas de la tierra como su medio a través del cual experimentar la vida en el plano físico. 

La impresión en el alma es una experiencia mucho más profunda que la que da la obsesión; porque con el tiempo el espíritu que entra en el ser de una persona en la tierra hace que esa persona se vacíe por completo de sí misma. Con el tiempo pierde su identidad y se vuelve como el espíritu que la ha obsesionado, no sólo en su pensamiento, habla y acción, sino también en su actitud y perspectiva. En sus hábitos y modales, incluso en su aspecto, se vuelve como la entidad obsesionante. 

¿Podría decirse, entonces, que es bueno, desde un punto de vista místico, volverse así un ser desprendido del yo? No, esta no es la manera de volverse un ser desprendido del yo; de esta manera uno es despojado del yo. La manera mística de convertirse en un ser desprendido del yo consiste en darse cuenta del ser desvelándolo de sus innumerables envolturas que constituyen el falso ego. 

Continuará… 

Traducción: Abdel Kabir Mauricio Navarro J. 

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