Jacopone da Todi : Al perderlo todo, el alma se ha elevado
Jacopone da Todi (1230 – 1306 EC) nació como Jacopone Benedetti en Todi, Italia. Se conoce poco con certeza acerca de su vida. Parece haber sido bien educado y de una familia moderadamente bien acomodada, pero a una edad temprana sufrió una gran pena – algunas leyendas dicen que su prometida fue herida a muerte cuando colapsó un balcón en el banquete de su boda – y desde entonces Jacopone se convirtió en un vagabundo arrepentido, que eventualmente se unió a la orden franciscana. Murió como ermitaño cerca de Orvieto en nochebuena, 1306.
Al perderlo todo, el alma se ha elevado
al pináculo de lo inconmensurable;
porque ha renunciado a todo
lo que no es Divino,
ahora tiene a su alcance
el Bien inimaginable
en toda su abundancia,
una pérdida y una ganancia imposibles de describir.
Perder y aferrarse,
amar y deleitarse,
observar y contemplar,
poseer completamente,
flotar en esa inmensidad
y descansar en ella —
ese es el trabajo del intercambio incesante
entre caridad y verdad.
No hay otra acción a esa altura;
lo que el alma en cuestión una vez fue ha dejado de ser.
Ni el calor ni el amor ardiente
tampoco el sufrimiento tiene lugar ahí.
Eso no es luz como lo ha imaginado el alma.
Todo lo que ha buscado ahora debe olvidar,
y pasar a un nuevo mundo,
más allá de su poder de percepción.
Traducido al español de la traducción al inglés de Serge y Elizabeth Hughes
por Darafshan Daniela Anda