Más sobre el Espejo
Recientemente publicamos la historia contada por Hazrat Inayat Khan sobre el místico o murshid que vio a un murid en peligro mientras miraba por un espejo, y que rompió el espejo para rescatarlo. Un lector preguntó razonablemente, “¿Qué lección podemos sacar de esta historia?”. Debemos concluir, por ejemplo, que, si seguimos la guía correcta, ¿estaremos a salvo de cualquier peligro? Y podríamos preguntar más allá, ¿sería este un motivo para entrar en el camino espiritual, como tomando una póliza de seguro contra los potenciales peligros de la vida? Y por extensión, si estamos en el camino espiritual y sin embargo sufrimos algún infortunio, ¿Significa que nos hemos puesto en las manos de un guía inadecuado?
Hay muchos hilos entrelazados en esta historia. Claramente, por su puesto, podemos ver el hilo de simpatía que une al murid con el murshid. Hazrat Inayat Khan habla recurrentemente sobre el vínculo de la simpatía, y usa la palabra simpatía en el sentido más amplio posible para significar un compasivo y sensible entendimiento de la otra persona. De todas las posibles relaciones en la vida, la conexión entre un guía espiritual y un discípulo ofrece el más amplio alcance de este vínculo, porque está libre del rastro de cualquier agenda mundana. Y relacionado con esto en la historia está la sincera confianza que el murid siente por su murshid: cuando no tiene a nadie más hacia quién dirigirse y llama a su murshid en busca de ayuda. Entonces, una posible lección que podemos extraer de la historia es el ejemplo vivo de la simpatía y confianza que puede unir almas sin importar la distancia.
Otro hilo, que podría ser pasado por alto fácilmente, tiene que ver con la ciencia de las impresiones. En algunas culturas hay, o había, una creencia en la que si uno está comenzando un viaje o una misión y un gato negro se cruza en el camino, esto traerá infortunio al asunto que quiere llevarse a cabo. La raíz de esto en realidad tiene que ver con la impresión que el gato crea en la mente de la persona; no es cierto que tal gato sea “de mala suerte”, sino que más bien permitimos entrar en nuestra conciencia a la impresión de oscuridad que se atraviesa en nuestro camino; y una vez se ha alojado allí, debe tener su efecto. En la historia, el murshid recibe la impresión mientras está mirando el espejo, y con el propósito de despejarlo de su mente, rompe el espejo. No siempre es necesario responder tan dramáticamente a impresiones indeseadas, pero es un ejemplo útil.
Y un tercer hilo en la historia es el poder de un ser realizado ─porque al desechar la impresión de peligro para el murid, el murshid también desechó el peligro en sí mismo. A medida que el alma avanza hacia la perfección, se le pueden dar responsabilidades más y más amplias─, su dominio sobre los elementos, el poder de prever peligros, evitar tormentas y desastres, etc. ¡Para la mayoría de nosotros, sin embargo, el simple hecho de controlar nuestro propio corazón y nuestra propia mente sería un logro cercano a lo milagroso!
Traducido por Prajnabai Betancur