Alimentar la planta de los sentimientos (grabación aquí)
Una de las lecciones memorables de la infancia puede llegar cuando hay alguna mascota a la que cuidar, un ser pequeño y revoltoso que depende de los cuidados del niño, y que responde a su atención. O tal vez un abuelo bondadoso que anima a los pequeños dedos a introducir una semilla de frijol en la tierra húmeda y, en pocos días, se despliegan ante sus ojos pequeñas hojas plegadas, una vida que necesita agua, luz y aire. En cualquiera de los casos, se trata de una lección fundamental, que, si solamente proporcionamos las condiciones necesarias, podemos ayudar a que las cosas crezcan.
La misma sabiduría se aplica a nuestras relaciones. Cuando entablamos una amistad con alguien, se planta una semilla en el corazón de la otra persona, y si la cuidamos, responderá. Hazrat Inayat Khan se refiere a esto en su conferencia sobre la maestría [publicada el 12 de marzo de 2021], cuando dice: Si devolvemos la ira o los celos o el odio o los prejuicios o cualquier otra amargura, sólo mantenemos encendida la llama de esa emoción. Es lo mismo que cuando mantenemos el amor en otro corazón añadiendo un poco de afecto y amor todo el tiempo.
Hay personas que parecen tener un don para cultivar plantas; en inglés se dice que tienen un “pulgar verde” (green thumb). Pero el secreto de su habilidad no está en sus pulgares; en realidad no es más que esto, que ponen un sincero interés en sus plantas. A través de ese interés, o podríamos decir, de ese aprecio, aprenden lo que sacará lo mejor de la planta. Y del mismo modo, hay personas que ponen un interés sincero en el corazón de sus amigos, y de esa manera aprenden cómo alimentar el afecto que hay.
Por supuesto, las personas tienen sus altibajos, y puede ser que nuestro amigo a veces diga o haga algo poco amistoso o incluso hiriente, pero responder de la misma manera traerá consecuencias. La buganvilla es una enredadera con hermosas y brillantes cascadas de flores, pero si el jardinero corta las ramas, la planta responde volviéndose cada vez más espinosa, y las largas y duras espinas dejan una dolorosa erupción en la piel que puede tardar semanas en sanar.
Alimentar la planta de los sentimientos no significa imponer nuestra voluntad en la relación, porque eso sugeriría que tenemos alguna agenda, y la verdadera amistad está libre de expectativas. Se trata simplemente de dejar que la planta se exprese por sí misma, y si, a su debido tiempo, florece y da frutos, podemos sonreír y dejar que el mérito sea del Creador de la planta.
Traducción: Abdel Kabir Mauricio Navarro J.