Saraha: de “La Canción Real”
Saraha fue un monje budista nacido en lo que hoy es la India oriental en algún momento del siglo VIII de nuestra era. Estudió durante un tiempo en un monasterio, pero lo abandonó, o fue expulsado, y se convirtió en un santón errante, sin ataduras a ninguna regla. Una de sus principales maestras, que también se convirtió en su consorte, era una mujer de una casta inferior con una fuerte afinación espiritual que fabricaba flechas. Saraha quedó profundamente impresionado por su aguda atención mientras hacía su trabajo. Fue de esta relación que tomó el nombre de “Saraha”, que significa “quien lanzó la flecha”, refiriéndose metafóricamente a la flecha de la unidad que atraviesa el corazón de la dualidad. Los siguientes versos pertenecen a uno de los cantos de realización espiritual que se le atribuyen.
El viento convierte las aguas tranquilas en remolinos y rompientes;
el rey hace de la unidad múltiples formas,
viendo muchas caras de este único Arquero, Saraha.
El necio bizco ve una lámpara como dos;
la visión y el que ve son uno,
¡tú, frágil, quebradiza mente!
Muchas lámparas están encendidas en la casa,
pero los ciegos siguen en la oscuridad;
Sahaja* todo lo compenetra
pero el necio no puede ver lo que está bajo su nariz.
Así como muchos ríos son uno en el océano
todas las medias verdades son engullidas por la única verdad;
el resplandor del sol ilumina todos los rincones oscuros.
Las nubes extraen agua del océano para que caiga como lluvia sobre la tierra
y no hay ni incremento ni disminución;
así, la realidad permanece inalterable como el limpio cielo.
*Iluminación espontánea
Traducción al inglés Kungzang Tenzin
Traducción al español de esta versión Inam Anda