Nieve y agua
Entre quienes viven en las regiones del norte del planeta hay una creencia (con frecuencia sostenida como un hecho), que a pesar del incontable número de copos de nieve que caen cada año, ni siquiera dos de ellos son iguales. No se menciona cómo se estableció esto, pero quizás fue por el resultado del trabajo de algún científico estudioso tiritando de frío en un laboratorio hasta que su paciencia quedó agotada, sin encontrar nunca dos copos idénticos. Es muy cierto que la variedad puede ser sorprendente. Que la Divina Mano pueda ofrecer tantas y distintas formas debería ponernos a pensar al sentir la tentación de sentirnos orgullosos de nuestra ‘identidad’ única. La población de la Tierra está ahora en cerca de siete mil millones; un entusiasta estimó que sólo una tormenta de nieve puede dejar caer treinta mil veces esta cantidad en copos de nieve.
En varias de sus conferencias, Hazrat Inayat Khan usa la metáfora de la nieve y el agua para ilustrar el aspecto de la sabiduría espiritual. Hablando de la vida interior,
dice: La condición del corazón del hombre depende del reflejo de esta Luz Divina, así como la condición del mar depende del reflejo de la Luz Cósmica. […] Y como el mar responde al cosmos más que la tierra, así mismo el corazón del místico responde a la Luz Divina más que el corazón del ser humano promedio. Su corazón es líquido, y el del ser humano promedio es nieve congelada. ¿De dónde viene ésta congelación, siendo la nieve también agua? Viene del pensamiento de ‘Yo’, “mi padre, mi madre, mi amada, mi amigo, mío y separado del tuyo”. Mientras que la primera lección del místico es, “Tu eres, no yo”.
En la vida diaria ciertamente nos damos cuenta de que hay gente más cálida de corazón que otra, pero es solo el corazón que se funde totalmente el que pue
de mostrar esta cualidad líquida, viviente, hacia la perfección. Como el agua física, el agua del corazón fluye libremente, lavando todo lo que toca, dando vida, y abrazando en su totalidad todo lo que llega a su alcance. Y así como es el pensamiento de ‘yo’ lo que congela el corazón, así mismo el amor es el que lo funde. El amor por otra persona puede comenzar el proceso, pero es el amor por lo divino lo que completa la fusión, pues este es el único fuego con suficiente calor para derretir el frío y duro ‘yo’.
Entonces la pregunta es, ¿cómo avivar ese fuego? Un paso importante para el buscador es el de estudiar con cuidado la vida, y reconocer la infinita belleza que nos rodea y las abundantes bendiciones que nos son concedidas. Si pudiéramos estar totalmente conscientes de todo lo que recibimos, incluso el más duro corazón de piedra tendría sus mejillas bañadas en lágrimas. Y si con sinceridad queremos crear un fuego fuerte, el otro paso es el de palear algo de la nieve fuera del hogar; en otras palabras, vigilar con qué cuánta frecuencia nos ponemos a nosotros mismos, en nuestras palabras, acciones y actitudes, e intentar compensar esta tendencia pensando primero en los demás.
Gracias Maestro Nawab
Es tan simple y tan difícil al tiempo..
Es real , lo hemos vivido por momentos, el propósito es mantenerlo!
Solo el existe!
Todo es el…
??
Querido Nawab, gracias por tan bello regalo cada vez que publicas en el blog. Hoy con este en particular me he preguntado si cuando conocemos seres de quien solo vemos, oimos y percibimos el YO permanente, nos corresponde hacer algo? decir algo? O simplemente debemos trabajar en nuestro propio YO, para minimizarlo tanto que sea posible que la luz se manifieste en nosotros? Dejamos de lado estas personas? Las aceptamos tal cual, aun cuando su dedicación al Yo pueda dolernos? Un abrazo desde el corazon.
Very dear Hajiri – disculpe si te contesto en ingles – when water begins to flow, it does not ask questions about where it is going, nor does it pick and choose which rocks to accept and which to avoid; if a rock is in its path, it flows around it and goes on. Similarly, water that is in the liquid state doesn’t pass judgements on snow or ice, although sometimes it does help to melt them.
Mi querido Maestro mil gracias por tan linda respuesta. Un abrazo.