Cuento: De cómo cuatro hombres sabios se convirtieron en tres
Sucedió una vez que cuatro hombres viajan a través de una región muy densa de la selva. Estos hombres eran filósofos y se dedicaban a resolver problemas extremadamente complicados por medio del pensamiento profundo. A lo largo y ancho se los consideraba muy sabios, y después de una reflexión adecuada estaban de acuerdo con esta opinión.
Mientras caminaban por el bosque, debatiendo asuntos tan importantes como lo que es y lo que no, un cazador en unos arbustos no muy lejanos buscaba una presa para alimentar a su familia. Al escuchar movimiento y pensar que había percibido un animal entre las hojas, rápidamente lanzó una flecha que lastimosamente dio en la espalda de uno de los hombres sabios.
Cuando el cazador se dio cuenta de lo que había hecho, se asustó y huyó inmediatamente. Mientras tanto los tres hombres sabios se reunieron alrededor de su compañero caído y le preguntaron, “¿Qué ha pasado?”
“No lo sé”, dijo el que tenía la flecha. “Algo me golpeó y sentí dolor”.
“Sientes el pensamiento del dolor”, dijo uno de los sabios. “Si desechas ese pensamiento estarás bien”.
“Pero”, objetó otro, “está la forma física de una flecha. ¿No es eso pensamiento también?”
“Podría ser un caso de engaño mutuo”, dijo el tercer sabio. “Talvez todos deberíamos tratar de no ver la flecha”.
El hombre en el suelo gimió. “Retiren la flecha”, suplicó.
Uno del grupo dijo, “Pero – asumiendo que es real – si la retiramos, ¿estaríamos interfiriendo con la naturaleza? De seguro esta es la consecuencia de causa y efecto, que es el deseo divino del cosmos”.
“A, no”, dijo uno de ello, “nuestras acciones también son parte del deseo divino. Por lo tanto, podemos considerar permisible retirar la flecha”.
“Pero, ¿qué hay acerca de la pregunta del destino?” dijo otro, “Si es su destino ser golpeado de esta manera, porque ‘lo que es’ para él ‘la flecha es’, entonces retirar la flecha podría crear un desequilibrio en las esferas transempíricas”.
De esta forma siguieron debatiendo más sobre el tema, pero finalmente, lo que es la sabiduría, llegaron unánimemente a la conclusión de que era conveniente retirar la flecha.
Desafortunadamente, para ese entonces el veneno que el cazador había aplicado a la punta de la flecha había surtido efecto, y su compañero caído ya no estaba.
Traducido por Darafshan Daniela Anda