Tales : Laughing at the same joke (Spanish version)

Cuentos: reírse del mismo chiste 

Hubo una vez una abuela que había vivido un tiempo muy largo, y a cada año de vida algo más de sabiduría había sumado en su corazón. Como era de esperarse, las otras mujeres de su aldea respetaban su saber; cuando algo les preocupaba, solían ir a visitarla, llevándole pequeños regalos de frutas y comida y pidiéndole su consejo. 

Entonces, la anciana preparaba té para sus visitantes, y se sentaba con ellas a charlar de una cosa y de otra —a veces no trataban en absoluto sobre sus preocupaciones. Cuando las visitantes volvían a casa, sentían que sus problemas eran más livianos y que era más sencillo continuar con sus vidas. 

Pero la anciana advertía de una mujer que cada tanto tiempo venía con la misma preocupación. Parecía que sin importar cuántas tazas de té le diera, el problema seguía siendo el mismo. Cada vez, esta mujer en particular llegaba con una mirada de calamidad y con suma aflicción le contaba su problema a la anciana. 

Así que, un día, después de haberle servido el té y escuchado la misma queja, la anciana le contó un pequeño chiste. Estaba bien contado y su visitante se rió al escucharlo. 

Cuando, algunos días después, la mujer llegó con la misma preocupación, la anciana nuevamente le contó un chiste; pero era el mismo chiste. Esta vez, la visitante le devolvió una amable sonrisa.  

En la tercera visita, cuando la visitante repitió su queja, la anciana contó el chiste nuevamente. Esta vez, la visitante no solo respondió sin sonreír, sino que le dijo cortésmente: “abuela, ya me habías contado este chiste”.  

“Sí”, dijo la anciana. “Y estás en lo cierto, hijita, no puedes reír de un mismo chiste muchas veces. Pero tampoco puedes llorar muchas veces el mismo problema”.  

Traducido por Vadan Juan Camilo Betancur Gómez 

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