Cuentos: Nasrudin escapa de un incendio
Érase una vez que el mulá Nasrudin consiguió un puesto en la casa de un académico venerable y muy respetado. Sus deberes no eran pesados – principalmente se le pedía que llevara muchas tazas de té cuando el académico recibía visitas.
Un día, mientras el maestro entretenía a dos invitados y éstos estaban sumidos en una conversación académica que parecía incluso más larga que sus barbas, el Mulá empezó a oler humo. Investigando, descubrió el lamentable hecho de que la casa estaba ardiendo. Nasrudín regresó inmediatamente junto al maestro y le dijo: “Señor, debe huir. La casa está ardiendo”.
“¿En llamas, dices? No temas, esto no tiene importancia”, dijo el acadèmico “pues he estudiado el asunto a fondo y, aunque te asombrará, conozco no menos de diez mil maneras de escapar de un incendio.”
Uno de los invitados dijo entonces: “¡Eres verdaderamente académico hermano! Yo sólo conozco mil maneras de escapar de un incendio, pero tras un cuidadoso análisis puedo declarar sin vacilar que todas ellas tienen el éxito asegurado.”
Entonces el segundo invitado dijo: “Me inclino ante tanta sabiduría como la que ambos muestran.Mi propia investigación parece trivial. Sólo conozco cien maneras de escapar del fuego, pero sin embargo he demostrado, mediante mi estudio detallado de las fuentes más fiables, que cada una de ellas es absolutamente segura para preservar la vida y la integridad física.”
“Pero dinos, Mulá”, dijo el maestro. “¿Cuántas formas de escapar del fuego conoces?”.
“Sólo una”, respondió Nasrudín “¡CORRE!”
Traducido al español por Arifa Margarita Rosa Jáuregui