Cuentos: Nasrudín lee la mente
Sucedió una vez que el rey del país de Nasrudín quiso saber si era posible leer la mente. El rey declaró que daría veinte piezas de oro a quien pudiera decirle lo que los ministros de su corte estaban pensando. Pero como el rey también prometió una buena paliza a quien fallara al hacerlo, nadie se presentó, pues sospechaban que los ministros simplemente negarían cualquier cosa que se dijera.
El único dispuesto a correr el riesgo fue Nasrudín. Se puso el turbante y se peinó la barba y fue a presentarse a la corte. Allí estaba el rey sentado en su trono, con su reina a su lado, y todos los ministros reunidos ante él.
“Dices que puedes leer la mente de mis ministros”, dijo el rey, “pero ten cuidado, mulá. Si niegan lo que dices, recibirás una paliza. Ahora dime, ¿qué están pensando?”.
Nasrudín se acarició la barba, miró atentamente a los ministros y dijo: “Majestad, por una extraña coincidencia todos están pensando lo mismo. Todos están pensando que eres un rey excelente, y que esperan que vivas para siempre”.
El rey preguntó a los ministros si esto era cierto, y milagrosamente todos asintieron gravemente. Por lo tanto, el rey ordenó que se le diera el oro al mulá.
“Pero”, dijo el rey, “mulá, te volveré a dar la misma cantidad si con tus poderes puedes decirme qué estoy pensando”.
“Su alteza”, respondió Nasrudín, “sin duda estás pensando que tu reina es la mujer más bella del país”.
Y como el rey no contradijo lo dicho por Nasrudín, el mulá se fue a casa, por una vez, con mucho oro en el bolsillo.
Traducción: Abdel Kabir Mauricio Navarro J.