Cuentos: Orando con claridad
Hace mucho tiempo había un cierto rabino que, aunque de humilde apariencia, se sabía que tenía un gran conocimiento. Vivía muy sencillamente en una pequeña aldea con su esposa y una hija bebé, pero de vez en cuando llegaban visitantes a consultarlo sobre uno u otro punto de la ley.
Un día un grupo de estudiantes del Talmud vinieron a verlo, y pasaron todo el día en una profunda conversación que les esclareció muchos temas. Luego, antes de que se fueran, oraron juntos y el rabino observó algo en su forma de orar que lo perturbó. Cuando terminaron las oraciones, se volvió hacia uno de los estudiantes y dijo, “¿Mmfwyusidllo?”
El estudiante frunció el ceño confundido, “¿Disculpe rabino?”
Volviéndose hacia otro estudiante, el rabino dijo, “¿Ffyullwdlikmn?”
El estudiante también pareció confundido. “Perdone, rabino. No le entiendo”
“¡Por supuesto que no!”, dijo el rabino. “¡Porque estoy murmurando! ¿Cómo pueden ustedes dirigir sus oraciones al Todopoderoso de manera tan confusa y vaga? Suena como una carga de carbón cayendo al sótano. Si quieren que el rey de los Cielos los entienda, ¡hablen claramente!”
Los estudiantes, adecuadamente corregidos, agradecieron al rabino la lección y dijeron que en adelante con seguridad dirían sus oraciones con claridad.
Cuando los estudiantes partieron, el rabino, sintiéndose complacido de haber sido capaz de dar una buena lección y corregir un error, fue a sentarse con su esposa y la bebé. Antes de que pudiera hablarle de los estudiantes, sin embargo, la bebé, acostada en su cuna, empezó a arrullarse y gorgotear. De inmediato su esposa se levantó y fue hacia ella, diciendo, “Oh, quiere leche.”
“¿Quiere leche?” dijo el rabino asombrado. “¿Cómo lo sabes? Sólo ha dicho, ‘Mmwa-wa-wao-wa’.”
“¿Cómo no habría de saberlo?” dijo su esposa. “estoy con ella todo el día, se todo sobre ella, todo lo que necesita. ¿No crees?” agregó inocentemente mientras empezó a alimentarla, “¿es lo mismo con el Señor? Él siempre está con nosotros, y sabe lo que necesitamos, sea que lo digamos claramente o no.”
Traducción al español: Hafiz Juan Manuel Angel