Cuentos : El deseo de progresar rápido 

Sucedió en una ocasión que un buscador llegó donde un maestro espiritual, se presentó, y dijo, “Su Santidad, tengo un gran deseo de progresar en este camino. Como usted mismo ha enseñado, la vida es breve y partir de este mundo sin haber alcanzado la liberación sería perder una oportunidad valiosa e irremplazable. Usted, que ha alcanzado la orilla más lejana, por su compasión, le ruego me conceda el don de la iluminación”.  

El maestro respondió, “Por favor, escucha con atención este cuento. Había una vez un hombre adinerado que tenía una hija bebé y la amaba mucho. Sus sonrisas eran rayos de sol pero, como todo bebé, también había lluvias de lágrimas. El hombre tenía mucho anhelo de que su hija creciera sin demora, porque estaba seguro de que estaría llena de gracia y belleza. Por eso, convocó a un sabio médico y le preguntó por una medicina que hiciera crecer rápido a la pequeña niña. 

“El médico le dijo al hombre adinerado que podía producir esa medicina, pero que le tardaría un tiempo encontrar los ingredientes necesarios. Mientras tanto, debía poner a la niña en reclusión, y no verla hasta que la medicina estuviese lista para administrarse. Si la veía antes, la medicina no tendría efecto, 

“El hombre hizo como le había indicado, y el médico partió en un largo viaje a las montañas remotas. Doce años más tarde, regresó trayendo consigo muchas hierbas extrañas con las que preparó una infusión especial. Esto le dio a la joven, pues la niña ciertamente había crecido naturalmente durante este tiempo. Entonces la presentó a su padre, y el hombre estaba lleno de alegría con la belleza de su hija, y felicitó al médico por su sabiduría.” 

“Por eso”, concluyó el maestro, “cuando pides el don de la iluminación, te digo, sí, es posible. Pero tomará un tiempo preparar la medicina”. 

Traducido por Darafshan Daniela Anda