Cuentos: El Tambor

Sucedió hace mucho tiempo que el mulá Nasrudín fue a visitar a un amigo y lo encontró en un estado lamentable. Sus ojos estaban irritados, y parecía como si no hubiera dormido en varios días.

“Amigo mío”, dijo el mulá compasivamente, “¿Qué te ha sucedido?”

“Podría decirse” dijo el hombre “que estoy padeciendo por la gentiliza de los amigos. Alguien le dio a mi hijo, de regalo, un tambor. Y ahora lo toca día y noche. Nada que podamos hacer lo convence de parar”.

Y, de hecho, el mulá notó que había un ruido considerable al otro lado de la casa. “¿Han tratado de razonar con él, supongo?” dijo.

“Le hemos dicho que el ruido le hará daño a sus oídos; le hemos ofrecido otros juguetes; le hemos dicho que Dios se enojará con el por molestar a los vecinos; lo hemos amenazado con varios castigos. ¡Nada funciona! Si tratamos de quitárselo, sus gritos son más fuertes que el mismo tambor. Mulá, le ruego, ¿No puede hacer algo para ayudarnos?”

El mulá frotó su barba pensativo, y luego dijo, “Tráiganmelo”.

En un instante el niño estuvo parado frente al mulá, con el tambor colgado al cuello y sus pequeños puños sujetando los palillos.

“Hijo” dijo el mulá, “¡Que buen tambor tienes, hijo mío!”

El niño sonrió con alegría.

“Me pregunto,” dijo el mulá pensativamente, “¿qué hay adentro?”

Traducción al español: Hafiz Juan Manuel Angel