Cuentos: El tonto chacal
Sucedió una vez que un chacal joven muy hambriento–y por eso más astuto que sabio– mientras deambulaba en la selva en búsqueda de comida se encontró con una extraña visión. En un claro cerca de una cabaña, un hombre estaba golpeando lo que para el chacal parecía ser un animal.
Intrigado, el chacal miró atentamente. “Este animal hace mucho ruido,” pensó el chacal, “pero no le da pelea al hombre. Parece estar indefenso. Y por su piel parece ser una especie de cabra.” Al pensar en carne de cabra caliente y sabrosa se le hizo agua la boca.
Después de un rato el hombre dejó de pegar al animal y lo dejó tendido inmóvil a un lado de la cabaña. El chacal supuso que estaba exhausto por haber sido golpeado de tal manera.
Al poco rato el hombre se adentró en la selva, y el chacal pensó, “¡Esta es mi oportunidad!” Deslizándose como una sombra silenciosa, el chacal se apoderó del animal, lo arrastró entre los arbustos y comenzó a desgarrarlo en pedazos.
Pero el joven chacal no obtuvo nada a cambio de su trabajo. A pesar de que hacía mucho ruido, el animal estaba vacío–solo piel estirada sobre madera para hacer un tambor.
Traducido por Darafshan Daniela Anda