Cuentos: La lección del silencio
Hazrat Inayat Khan contó la siguiente historia acerca de Moisés en su preparación para su misión profética. A veces, tal como Moisés en la historia, los estudiantes son distraídos por lo que ellos sienten que es el cuestionamiento moral en la historia – ¿intervenir o no intervenir? – pero el cuento ilustra algo diferente: la lección de estar en silencio y aprender a aprender.
Hay una historia sobre Moisés y cuenta que pasaba con Khidr por un país. Khidr fue el murshid de Moisés cuando éste estaba preparándose para ser profeta. La primera lección que recibió Moisés fue la de la disciplina, manteniendo silencio bajo toda circunstancia. Mientras caminaban por la belleza de la naturaleza, ambos, el maestro y el pupilo, estaban en silencio. El maestro se exaltó mirando la belleza de la naturaleza y el pupilo también lo sintió. Llegaron así a la ribera de un río, donde Moisés vio a un pequeño niño que se ahogaba, y la madre lloraba a gritos porque no podía ayudar.
Entonces Moisés no pudo mantener la boca cerrada. Tuvo que romper la disciplina y dijo “¡Maestro, sálvalo!”.
El murshid dijo: “¡Silencio!”.
Moisés no pudo quedarse callado y dijo de nuevo, “¡Maestro, maestro, sálvalo, el niño se está ahogando!”
Khidr dijo, “¡Silencio!” y Moisés calló. Pero la mente de Moisés se inquietó, no sabía qué pensar: “¿Puede ser el Maestro tan insensato, tan desconsiderado, tan cruel, o es que el maestro no tiene poder?” No podía comprender qué era qué. No se atrevía a pensar semejante pensamiento y sin embargo esto lo hacía sentir muy incómodo.
A medida que avanzaban, vieron un barco hundiéndose. Moisés dijo: “Maestro, el barco se hunde, se va para el fondo”. El Maestro nuevamente le ordenó callar; así que Moisés calló, pero entonces se sintió aún más incómodo.
Cuando llegaron a casa dijo, “Maestro, pensé que ibas a salvar a ese pequeño niño inocente que se ahogaba y que ibas a salvar el barco que se hundía en el agua – pero no hiciste nada. No puedo entender, pero quisiera una explicación”.
El Maestro dijo, “Lo que viste, también lo vi. Ambos lo vimos. Así que no sirve de nada que me digas lo que estaba sucediendo, porque yo lo supe. Si hubiera pensado que era mejor interferir, lo hubiera podido hacer. ¿Por qué te tomaste la molestia de decírmelo y arruinar así tu voto de silencio?”.
Continuó: “El niño que se ahogaba iba a generar conflicto entre dos naciones, y miles y miles de vidas iban a ser destruidas en ese conflicto. Al ahogarse, se evitó el otro peligro que iba a venir.” Moisés lo miró con gran sorpresa.
Luego Khidr dijo: “El barco que se hundía era un barco pirata. Se dirigía hacia un gran barco lleno de peregrinos para destruirlo y llevarse luego lo que quedara. ¿Crees que tú y yo podemos ser jueces de esto? El Juez está detrás de todo. Él sabe lo que hace. Conoce Su trabajo. Cuando se te dijo que estuvieras en silencio, tu trabajo era mantener la boca cerrada y observar todo en silencio, como yo lo hacía”.
Hay un dicho persa que dice: “Es el jardinero quien sabe qué planta cultivar y qué planta cortar.”
Traducido por Juan Amin Betancur
Difíciles para nuestro entendimiento y pretencioso de nuestra parte intentar leer la voluntad de Dios cuando se presentan desastres y tragedias. Solo nos queda aceptar, aceptar, aceptar y confiar en Su Divina Omnisciencia.