Cuentos: Los poderes de un místico
Sucedió una vez que el mulá Nasrudín estaba sentado afuera de una casa de té con un pequeño grupo de amigos. Era un día agradable, y la luz del sol centelleaba en la superficie del río cercano. No me pregunten cómo, pero la conversación se desvió en tal dirección, que Nasrudín declaró a sus amigos que, como un altamente educado mulá, por supuesto tenía poderes místicos.
“¿Poderes místicos?” dijo uno del grupo. “Si tu tienes poderes místicos, ve y tráenos algo de pescado del río. Con media docena tendremos una buena cena”.
“Amigo”, dijo el mulá, “¡dije que tengo poderes místicos. No que soy un pescador!”
Traducción: Prajnabai Mariana Betancourt