Cuentos : El abrigo robado
Sucedió una vez que el Mulá Nasrudín viajaba por el campo, montando su burro, cuando asomó a su vista un huerto. Pensando en que el día se estaba poniendo caliente, y que sería prudente – por no decir un signo de sabiduría – tomar un pequeño descanso a la sombra de un árbol cargado de frutos, se detuvo, bajó de su montura, y ató a su burro en un claro de hierba junto al camino. Después se quitó su abrigo y lo estiró en el lomo del burro diciendo “Cuida de esto por mí. ¿Me escuchas? Estoy confiando en ti para que cuides de mi abrigo”.
Un tiempo después, regresó del huerto, y encontró que a pesar de que el burro seguía ahí, plácidamente pastando, el abrigo ya no estaba. Al parecer alguien lo había tomado.
“Animal miserable,” gritó Nasrudín al burro. “¿Cómo pudiste permitir que alguien robara mi abrigo? Ahora verás, te daré a probar de la misma medicina”, dijo y tomó la montura del animal. “¡Ahora sabes lo que se siente que te roben la montura!”
Traducido por Darafshan Daniela Anda