Cuentos: El Valor de la Memoria
En cierta ocasión, un estudiante acudió a su maestro en un estado de profunda depresión.
“Maestro”, dijo el alumno, “haga lo que haga, parece que no avanzo en el camino espiritual. Hay momentos en los que veo destellos de luz, pero luego hay otros momentos en los que todo vuelve a ser desesperanzador. ¿Qué puedo hacer?”.
El maestro dijo: “Mejora tu memoria”.
“¿Mi memoria, Maestro? ¿Qué quieres decir?”
“Cuando sale el sol por la mañana y el mundo está fresco y los pájaros cantan, y hay rocío en la hierba, ¿no es inspirador?”.
“Sí, Maestro, lo es.”
“Después de un largo día de luchar con una tarea tras otra, disputando con una persona y luego con otra, cuando estás cubierto con el polvo del mundo, ¿no estás cansado y preocupado?”.
“Sí, Maestro, ciertamente lo estoy”.
“Entonces, por la mañana, cuando te levantes, recuerda la fatiga de la tarde que puede esperarte, y apreciarás aún más la belleza de la mañana. Y por la tarde, acuérdate de la felicidad de la mañana que has conocido y que puede volver, y el cansancio será menos molesto. De este modo, la memoria es tu amiga, pues te muestra que todo es pasajero”.
Traducción: Abdel Kabir Mauricio Navarro J.
Voy a practicarlo. Buen consejo. Gracias