Cuentos : Tyagaraja y sus dos guardias
Hubo una vez un compositor muy famoso de música carnática llamado Tyagaraja. Vivía en lo que hoy es Tamil Nadu, y era profundamente devoto del Señor Rama. Tyagaraja fue un compositor muy prolífico: toda su vida se dedicó a la música, y a lo largo de su vida hizo miles de canciones en alabanza a su Señor.
Se dice que una vez Tyagaraja iba caminando de una aldea a otra, y su camino pasaba por una selva muy densa. En esta selva vivían dos ladrones, que solían aprovecharse de los viajeros, y cuando vieron a Tyagaraja caminando por el sendero, empezaron a seguirlo, con la intención de robarle todo lo que tuviera.
Sin saber que le acechaban los ladrones, Tyagaraja caminaba tranquilamente, inmerso en la contemplación musical, tarareando canciones en alabanza a Rama.
Tras varias horas caminando por el bosque, cuando Tyagaraja se acercaba a su destino, de repente los dos ladrones corrieron delante de él y, para su enorme sorpresa, se arrojaron a sus pies, ofreciéndole reverencias.
Profundamente desconcertado, Tyagaraja les preguntó cuál era el significado de su comportamiento.
“Señor”, le dijeron humildemente, “somos ladrones y le hemos seguido por la selva con la intención de robarle. Pero tus guardias no nos dejaron. Caminaban a tu lado, manteniéndonos alejados, y finalmente nos atraparon y no nos dejaron ir a menos que te hiciéramos una reverencia.”
“¿Mis guardias?”, dijo Tyagaraja. Miró a su alrededor, pero la selva y el camino que había detrás estaban vacíos. “¿Qué guardias? Yo no viajo con guardias. ¿Qué aspecto tenían?”
“Eran hombres jóvenes, señor. Uno tenía un arco y una aljaba de flechas en el hombro. El otro tenía una corona”.
Entonces Tyagaraja comprendió y sus ojos se llenaron de lágrimas. “¡Sri Ram! ¡Jai Ram! Vosotros, ladrones incultos y sin devoción, habéis tenido la visión del Señor Rama y su hermano Lakshman que yo, a pesar de todas mis devociones, nunca he tenido!”
Maravillado por el milagro, Tyagaraja se rió con pena. “¡Tal vez sería mejor que yo también fuera un ladrón!”
Traducido al español por Arifa Margarita Rosa Jáuregui