Cuentos: Lo que hizo el padre de Nasrudín
Sucedió una vez que el Mulá Nasrudín llegó tarde en la noche a una posada. Estaba cansado, polvoriento por el viaje y muy hambriento. Pero la posada estaba casi desierta: sólo estaba la esposa del posadero, y cuando Nasrudín pidió algo de comer, a ella no le provoco tomarse la molestia de avivar el fuego de la cocina para un huésped tan insignificante.
“No es posible. La cocina está cerrada”, dijo bruscamente.
Nasrudín se enderezó, puso una mirada muy seria y dijo: “En ese caso, si no puede darme comida tendré que hacer lo que hizo mi padre”.
“¿Lo que hizo su padre?”, preguntó nerviosa la mujer. “¿Qué fue lo que hizo?” Pero Nasrudín no dijo nada, sólo puso cara de pocos amigos y se apretó el cinturón.
Pensando que este extraño podría ser más peligroso de lo que parecía, dijo: “Bueno, tal vez pueda encontrar algo después de todo”. Y entró en la cocina y se puso a trabajar.
Al cabo de un rato, el Mulá se deleitó con una buena comida. Cuando terminó, y pudo sentarse y suspirar con satisfacción, la mujer volvió a preguntar cortésmente: “Mulá, por favor, dígame qué fue lo que hizo su padre”.
“¿Qué hizo mi padre?”, respondió el Mulá. “¿Qué podía hacer? Como no había nada que comer, se fue a la cama con hambre”.
Traducido por Inam Anda