Cuentos: Lo que comemos
En cierta ocasión el mulá Nasrudín estaba sentado en una casa de te con algunos amigos, conversado con un monje viajero que había llegado a la villa.
El monje era una persona pacífica y de modales delicados, y ellos le preguntaban sobre su modo de vida.
“Peregrino como soy”, dijo el monje, “debo tomar las cosas como vienen, pero tengo una regla para mí, y es que no como ninguna carne”.
“¿Por qué?” preguntó alguien.
“Es cruel matar”, dijo el monje, “y también, comer carne es muy malo para el carácter. Una dieta de carnes es la causa de toda guerra porque nos da la naturaleza de un carnívoro. Nos volvemos viciosos y agresivos, un peligro para todos a nuestro alrededor. Mientras que una dieta de plantas y vegetales nos hace exactamente lo contrario”.
Nasrudin se adelantó. “Amigo”, dijo, “me gustaría que vinieras a explicar eso a mi burro”.
Traducido por Inam Anda