Cuentos:¿Dónde vive Dios?
Sucedió una vez que el mulá Nasrudin fue llamado urgentemente a casa del
gobernador.
“Mulá, dijo el gobernador, “ha llegado un arrogante filósofo que insiste en desafiar
a toda la provincia a un concurso de mentes. ¿Crees que puedes derrotarle?”
Nasrudín se acarició la barba. “Sin duda, excelencia”, respondió.
“Muy bien”, dijo el Gobernador. “Si lo haces, serás ricamente recompensado. Y
seguramente”, añadió sombríamente, “no necesito decirle lo que ocurrirá si no lo
haces”.
Llamaron al filósofo. Cuando entró en la sala del trono y vio el turbante de
Nasrudín esbozó una sonrisa de desprecio. “Mulá”, dijo, acercándose
enérgicamente, “siempre es un placer hacer tropezar a un hombre religioso. Mulá,
debes admitir tu derrota a menos que me digas inmediatamente dónde vive Dios”.
Nasrudín se inclinó y dijo: “Y tú debes admitir tu derrota a menos que me digas
dónde NO vive”.
Traducido al español por Arifa Margarita Rosa Jáuregui