Cuentos: ¿Quién es más bella?
Cuando el dios hindú Vishnu decretó la agitación del Gran Océano, el primer producto que surgió fue una corriente de veneno que el Señor Shiva bebió para proteger el mundo. Con el veneno emergió también Jyestha, la diosa de la pobreza y la discordia, vestida de rojo fuego. Cuando la agitación siguió avanzando, emergió ó amrita, el elixir de la vida, y con él vino Lakshmi, la diosa de la riqueza. Por tanto, Jyestha y Lakshmi eran hermanas y, como todo el mundo sabe, las hermanas a veces se pelean.
Una vez sucedió que este par de diosas discutían sobre quién era más bella. Cuando estaban en el fragor de la disputa y ninguna de las dos podía convencer a la otra, vieron a un mercader que venía por el camino hacia ellas y decidieron que pondrían el asunto sobre sus hombros: le pedirían que decidiera.
Cuando el mercader oyó quiénes eran, se quedó atónito y cuando oyó lo que querían que juzgara, se aterrorizó. A sus ojos no cabía duda de que Lakshmi, la fuente de todo lo auspicioso era mucho más atractiva, pero ¿cómo iba a atreverse a enfadar a Jyestha, que repartía por el mundo inarmonía, ira, engaño y pérdida? Si no conseguía complacer a ninguna de las dos, su vida seguramente acabaría en ruinas.
Sin embargo, el mercader era inteligente y estaba acostumbrado a lidiar con las viscisitudes y disputas del mercado. Sin vacilar, saludó a ambas con gran reverencia y dijo: “Oh Lakshmi, nadie en el cielo ni en la tierra puede compararse con tu belleza cuando entras en una casa. Pero, oh Jyestha, tu elegancia y gracia son incomparables cuando sales de una casa”.
Así, ambas diosas quedaron satisfechas, pero el verdadero vencedor en la disputa fue el mercader, quien, por su inteligente juicio, recibió las bendiciones de ambas para el resto de su vida.
Traducido al español por Arifa Margarita Rosa Jauregui