Cuentos: Debes preguntar a la persona correcta
Sucedió hace mucho tiempo que el mulá Nasrudín – por un raro e inexplicable golpe de fortuna – pudo emplear a un sirviente en su casa. Además de cocinar y limpiar, un deber del sirviente era atender la puerta si golpeaban.
Un día un mendigo vino a la puerta y cuando el sirviente lo atendió dijo “por misericordia, buen amo, algo de comida para un pobre y hambriento mendigo”.
El sirviente respondió, “No, no obtendrás nada aquí”, y estaba a punto de cerrar la puerta cuando apareció el mulá y comenzó a reprenderlo.
“No es tu asunto responder a este tipo de requerimientos. No eres el amo de la casa, soy yo”.
Cuando el mendigo vio que había preguntado a la persona equivocada le dijo a Nasrudín, “Le ruego me disculpe por preguntarle a la persona equivocada, mulá. Entonces, por misericordia, buen amo, ¿algo de comida para un mendigo hambriento?”
“Ahí tienes”, dijo Nasrudín, “ahora le preguntaste a la persona correcta. Y la respuesta es no”. Y cerró la puerta.
Traducción al español: Hafiz Juan Manuel Angel