Soltar el nudo
La vida se extiende tanto más allá del horizonte de nuestra visión personal, que a menudo dependemos de metáforas para explicarnos el misterio a nosotros mismos. Debemos, sin embargo, ser cuidadosos en su uso; estudiar el mapa trazado por una figura del lenguaje, no es igual que hacer el viaje nosotros mismos. Decir, ‘el amor es un sol cálido’ no cambia necesariamente la temperatura de nuestros corazones. Sin embargo, las metáforas pueden ser útiles para el viajero.
Con la partida de nuestro amado Murshid Hidayat esta semana (a la edad de 99 años y justo un día antes del Hejirat), una metáfora que ha llegado a la mente, una con un uso muy amplio, es la de amarrar y desamarrar un nudo. Amarrar un nudo es unir; en inglés puede significar, de manera informal, casarse, pero también tiene un significado esotérico. En ambas tradiciones, la hindú y la Zoroastriana, la iniciación se simboliza con el amarre ceremonial de un cordón sagrado. Entre los posibles significados de esta costumbre, se podría pensar en “compromiso”, “disciplina”, “lealtad”, “fidelidad”, “firmeza” o incluso “seguridad”. Para el devoto, el nudo sostiene unidos muchos hilos.
Por otra parte, quien alguna vez ha peinado los finos mechones de un niño pequeño puede también pensar que un nudo significa algo enredado y Hazrat Inayat Khan utiliza el nudo con este significado al hablar de nuestros pensamientos. En Vadan encontramos esta expresión: incluso un pensamiento simple consigue enredarse cuando se le dice a una persona que tiene un nudo en la cabeza. Gran parte de la enseñanza de la purificación de la mente es aprender a deshacer los nudos que formamos en nuestra mente cuando nos apoderamos de un concepto o un dogma, porque las ideas preconcebidas limitan el flujo de la consciencia.
Pero en un sentido mucho más amplio, la vida de cada persona en la tierra representa un nudo, una unión momentánea de materia y espíritu, de lo denso y lo fino, un matrimonio bendecido derivado de la interacción de fuerzas visibles e invisibles. Entre esas energías están: el poder personal de la voluntad y el gran poder de la voluntad divina, y el nudo se mantendrá siempre y cuando las fuerzas estén de acuerdo; tarde o temprano, los poderes cambiarán su equilibrio y dirección y necesariamente el nudo deberá soltarse. Entonces lo que ha sido unido se soltará; quizás esto está detrás de la enseñanza mística, ‘lo que ha estado oculto será revelado.’ Si hemos albergado malicia en nuestro corazón, ésta será derramada; Si hemos atesorado dulzura, se extenderá por el mundo invisible; hay muchos recuentos del aroma a rosas que llena el cuarto en la partida de una gran alma.
Nadie puede juzgar con seguridad a otro; sólo el Omnisciente tiene esa capacidad. Pero si nos afinamos, podemos saborear la atmósfera que se libera cuando se suelta el nudo de un alma. Murshid Hidayat tuvo una voluntad excepcionalmente poderosa y por medio de ella se sostuvo firmemente en su ideal. Influyó en muchas vidas de una manera visible, pero la influencia invisible está más allá de cualquier cálculo. Ahora, se ha soltado el nudo de su larga vida, y aquellos que lo conocieron, aquellos que lo amaron y respetaron y aquellos que sostuvieron ideales similares, tal vez puedan empezar a percibir lo que se ha liberado.
Tr. Arifa Margarita Jauregui