Las cosas pueden no ser lo que parecen
Una historia reciente publicada aquí describe un encuentro entre dos viajeros, uno de los cuales, no obstante su buena apariencia, se presenta como Satanás. La historia ha generado algunas preguntas, y merece un examen más detenido.
Ciertas corrientes religiosas, que buscan enseñar el buen comportamiento de sus congregaciones, han hablado de un poder oscuro que intenta desviar a la humanidad. Sus descripciones a menudo han sido muy vívidas e incluso aterradoras, pero como la historia intenta mostrarnos, si el camino “oscuro” fuera tan poco atractivo, no tendríamos dificultades para permanecer en el camino de la Luz. Los lectores cuidadosos de este blog podrían haber notado una conexión entre esta historia y el hadiz citado en la introducción al poema de Ibn al-Farid: “El Jardín está cercado por cosas odiosas, mientras que el encerrado infierno son cosas de lujuria”. Una interpretación simple es que el paraíso se alcanza al atravesar dificultades, mientras que rendirse a los embriagantes fuegos de los sentidos produce sufrimiento.
Hazrat Inayat Khan no habló con frecuencia sobre el concepto de Satanás, señalando más a menudo hacia el Uno, la perfección del amor, la armonía y la belleza, pero sí dio alguna orientación sobre el tema. En una Gatheka, él habla del impulso de la agitación, que es, como él dice, el mecanismo entero de la creación del mundo. Es esta agitación la que confiere todo movimiento, toda actividad, pero también es la fuente de todo conflicto; es la que causa que incluso los sencillos pájaros y animales peleen, y se ve mucho más claramente en la humanidad. Cuando nos embarcamos en el camino espiritual, el espíritu de agitación viaja con nosotros, generalmente inadvertido, pero no puede llegar al destino final. Hazrat Inayat dice: El santuario de Dios se llama “Dar-as-Salam”. … ¿Y qué significa? Significa la puerta hacia la paz. A la agitación, por lo tanto, no le es permitido entrar por la puerta de la paz, debe permanecer afuera. Por lo tanto, como en los tiempos antiguos solían decir, ‘No puedes seguir a dos maestros, Dios y Satanás’. ¿Qué es esto? Satanás es el espíritu de agitación que se encuentra dentro de nosotros mismos, Dios es el espíritu de paz en quien está nuestra felicidad, y no podemos seguir a dos amos.
El problema para el viajero espiritual es que estamos acostumbrados a la agitación, y encontramos placer (aunque no felicidad) en ella. Nos identificamos con ella. En esto, somos como niños: todos los padres han visto que a veces un niño puede estar tan cansado que se inquieta y comienza a llorar, y sin embargo hará todo lo posible para evitar irse a dormir. De la misma manera, nuestras “agitaciones” nos atraen, a pesar de que nos hacen infelices. Por eso, para gran sorpresa del viajero, su agradable compañero resultó no ser otro que Satanás.
Por lo tanto, debemos ser cautelosos con nuestros “compañeros”, ya que pueden no ser lo que parecen. Pero también debemos pensar en cómo consideramos las dificultades; de acuerdo con el hadiz, arriba, cercan el Jardín del cielo, pero simplemente arrojar más y más dificultades en nuestro camino no necesariamente abrirá la Puerta de la Paz. Para llegar a donde deseamos ir, las dificultades deben verse con la actitud correcta, ya que es nuestra actitud la que convierte lo doloroso en algo útil. Los poetas sufíes hablan del cuenco de veneno ofrecido por la mano del Amado, y en el Vadan, dice:
He amado en la vida y he sido amado.
He bebido la copa de veneno
de las manos del amor cual si fuera néctar,
y he sido elevado por encima
de la alegría y la tristeza de la vida.
Traducido por Juan Amin Betancur V.
Sorprende escuchar de Satanas”
Como dice el maestro H I K…
Es mejor saber que esta ahi, viajamos con el , solo uno es el amigo!!
El otro nos desvia del camino
Que la fe en Dios nos permita ver la luz de la belleza ……
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