Tu Dulzura
Una reciente publicación ofrecía tres poemas del Sufi de Cachemira, Nuruddin Rishi, poemas acerca de la experiencia de estar frente a frente con la Realidad. Con profunda sencillez y humildad, el poeta escribe que el engaño ha desaparecido ahora: La Verdad es lo que es. “Un brote de dulce albahaca, no puedo llamarlo ortiga”. ¿Qué ha cambiado? La Verdad no, por supuesto, porque ella fue, es y siempre será; si no fuera así, no podría ser Verdad. El cambio es que el buscador finalmente ha permitido que el velo caiga:
Cuando dejé atrás mis pensamientos y mis dudas
lo contemplé Omnipresente –
Suena tan fácil: solo deja ir tus pensamientos y dudas, y estarás de nuevo en casa. ¿Por qué demoramos ese regreso a casa? Pero, todo madura a su tiempo. Las frutas verdes son duras y agrias; las nueces verdes son imposibles de pelar, los granos verdes no tienen alimento que brindar. Cada uno debe pasar a través de sus ciclos, creciendo durante el calor del día y la oscuridad de la noche, sobreviviendo tormentas y sequías, hasta que al final, algún proceso interno llega a su culminación.
En el caso del buscador, la culminación llega cuando el anhelo por la Realidad se vuelve más fuerte que el apego a nuestros pensamientos y dudas, cuando la belleza del Invisible se vuelve más fascinante que las formas y conceptos infructuosos a los que nos hemos aferrado.
Frutas y labios
y dientes y lengua y sabor
son uno;
no te preocupes por tu cáscara.
El Invisible quiere tu dulzura.
Traducción Inam Rodrigo Anda